La ONU considera “imprescindible” el cese de las hostilidades en Yemen, donde se confirmó el primer caso del coronavirus. Aunque la coalición liderada por Arabia Saudí ha decretado una tregua, Saná denuncia nuevos ataques aéreos.
El enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Yemen, Martin Griffiths, hizo sonar la alarma por el registro del primer caso del nuevo coronavirus, conocido como COVID-19, en el país árabe.
Griffiths señaló que esa mala noticia hace que sea aún más imperativo detener el conflicto armado sin demora. El diplomático de la ONU destacó sus conversaciones con las partes involucradas en la guerra y deseó que las mismas conduzcan a terminar el sufrimiento de los yemeníes.
Yemen, devastado por la guerra y escenario de la peor crisis humanitaria del planeta, anunció este viernes un primer caso del coronavirus en el sur del país.
El jueves comenzó un alto el fuego de dos semanas, decretado por Arabia Saudí y sus aliados. Saná calificó la medida como una “maniobra política y mediática”. El portavoz de las Fuerzas Armadas yemeníes, el general Yahya Sari, acusó a la coalición de llevar a cabo “decenas de bombardeos aéreos” horas después de la entrada en vigor de la tregua.
La campaña militar saudí contra su vecino del sur cumplió el pasado marzo cinco años. Miles de personas han perdido la vida en los bombardeos contra Yemen. Sin embargo, Riad sigue haciendo caso omiso a los llamados de la comunidad internacional para poner fin a sus ataques.
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