• El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Publicada: viernes, 7 de noviembre de 2025 3:35

En visita al estado Miranda, Nicolás Maduro ha reafirmado la soberanía venezolana y rechazado injerencia de EE.UU., criticando su “complejo de superioridad”.

Durante una jornada de trabajo en una comuna rural del estado Miranda, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, lanzó el jueves un nuevo mensaje de soberanía frente a las presiones de Estados Unidos. “La paz de Venezuela no puede depender de lo que escriban o digan los gringos. Allá ellos con su complejo de superioridad, que se creen supremacistas”, declaró el mandatario ante un grupo de productores locales.

Maduro aprovechó el encuentro para reiterar que el rumbo económico del país bolivariano debe cimentarse en la producción nacional y no en el condicionamiento de potencias extranjeras. “La prosperidad económica y el crecimiento de la nueva Venezuela no deben depender de nadie en el extranjero, sino de la inteligencia y de la capacidad productiva de los venezolanos”, afirmó.

En el mismo tono, defendió el modelo político de su Gobierno, “democracia nueva”, desligado —dijo— de cualquier imitación externa. “La democracia verdadera es la venezolana, una democracia directa, con pueblo, desde el pueblo y para el pueblo”, enfatizó.

 

Las declaraciones de Maduro llegan en medio de una escalada de tensiones con Washington, que en agosto desplegó buques de guerra, aviones y tropas frente a las costas venezolanas bajo el pretexto de operaciones contra el narcotráfico. Desde entonces, esas fuerzas han ejecutado bombardeos contra embarcaciones pequeñas en el Caribe y el Pacífico, que según informes de Naciones Unidas, han dejado alrededor de 70 muertos.

El Gobierno de Caracas denuncia estas acciones como una agresión directa orientada a desestabilizar al país y apoderarse de sus recursos naturales. “Estados Unidos utiliza la lucha antidrogas como excusa para justificar su injerencia militar”, declaró recientemente el canciller venezolano Yván Gil.

La postura venezolana ha recibido respaldo de varios países de la región y de aliados internacionales. Rusia, por medio de su embajador ante la ONU, Vasili Nebenzia, acusó a Washington de llevar a cabo “una campaña descarada de presión política, militar y psicológica contra un Estado soberano”.

Por su parte, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó los ataques aéreos y pidió a Estados Unidos respetar el derecho internacional humanitario. Los Gobiernos de México, Colombia y Brasil también han expresado su rechazo, calificando los bombardeos de “ejecuciones sumarias” que violan los principios básicos del derecho internacional.

En medio de este escenario de tensión, las declaraciones de Maduro buscan reafirmar la narrativa de independencia nacional y resistencia frente a la injerencia extranjera. Un mensaje que, más allá del discurso político, intenta proyectar a Venezuela como un país decidido a sostener su soberanía frente a la presión militar y mediática de Estados Unidos.

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