La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, afirmó el viernes que “la ExxonMobil está financiando al gobierno de Guyana para propiciar una agresión militar, una agresión guerrerista de Estados Unidos, no solamente contra Venezuela, sino en nuestro mar Caribe”.
En otro momento de su discurso, Rodríguez ha cuestionado las “ejecuciones extrajudiciales y sumarias” de las que acusa a las fuerzas militares estadounidenses desplegadas en el Caribe después de los ataques contra embarcaciones venezolanas supuestamente de narcotraficantes.
“Asesinan a nacionales de nuestros países”, ha manifestado.
La vicepresidenta, que es también ministra para Hidrocarburos, ha defendido que no se debe “repetir el pasado” de “países víctimas de esclavitud, de colonialismo, de neocolonialismo, de expansión imperialista”.
En el acto también ha participado el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien ha destacado que “Venezuela jamás se humillará ante ningún imperio, tenga el poder que tenga y llámese como se llame”.
“¿Es alternativa, volverse colonia de los Estados Unidos? ¿Es alternativa ser una estrella más o un estado asociado al imperio? ¿Es alternativa ser esclavos de ellos, de los supremacistas que nos desprecian?”, ha planteado Maduro.
Ha advertido que los venezolanos “le daremos en su justa medida una lección moral, ética y política a ese imperio en los años que están por venir”.
Guyana, país vecino al este de Venezuela, administra el territorio del Esequibo, que Venezuela reclama como propio.
Esta región de 159 542 kilómetros cuadrados cuenta con valiosos recursos naturales petróleo, gas, minería, agua y bosques y un elevado potencial turístico.
La disputa entre Venezuela y Guyana por el Esequibo se remonta a casi dos siglos, aunque el conflicto se intensificó hace cinco años con el hallazgo de importantes yacimientos petroleros en sus aguas.
El 2 de septiembre Estados Unidos realizó su primer ataque a una embarcación pesquera venezolana causando la muerte de 11 personas a bordo.
El mandatario de EE.UU. describió a los fallecidos como “narcoterroristas” transportando drogas destinadas a Estados Unidos, y lo enmarcó como el inicio de una campaña contra carteles venezolanos vinculados del gobierno de Venezuela, incluyendo el Cartel de Los Soles.
Desde agosto pasado, las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela han aumentado tras el despliegue de más de 4000 efectivos cerca de las costas venezolanas, junto a ocho barcos militares con misiles y un submarino de propulsión nuclear, además del envío de diez aviones de combate F-35 a una base aérea en Puerto Rico, bajo el pretexto de enfrentar a los cárteles de la droga.
En reacción, el Gobierno venezolano ha advertido sobre los intentos de Washington de utilizar la supuesta lucha contra el narcotráfico como pretexto para “agredir” a Venezuela.
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