El secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y ministro de Interiores, Justicia y Paz, en la más reciente emisión de su programa Con el Mazo Dando, criticó la declaración del presidente estadounidense Donald Trump, quien calificó al Gobierno de Brasil como “una amenaza inusual y extraordinaria”.
En la misma línea, Cabello recordó que la Administración del expresidente Barack Obama utilizó en 2015 la misma etiqueta contra Venezuela, y denunció que tales señalamientos forman parte de “un patrón de agresión imperialista destinado a desestabilizar a los países de la región”.
“No es inusual y tampoco es extraordinaria la amenaza para el mundo que EE.UU. Se creen superiores, y que aquí nadie puede hacer nada distinto, ni pensar distinto”, subrayó.
Asimismo, consideró que las sanciones impuestas a Brasil responden a intereses políticos, vinculándolas al juicio abierto contra el expresidente Jair Bolsonaro por su presunta implicación en un intento de golpe de Estado.
El dirigente bolivariano rechazó cualquier intento de conciliación con actores que, a su juicio, buscan someter la soberanía nacional a intereses foráneos. “Venezuela tiene gigante la dignidad y la moral que no se puede medir ni someter”, sostuvo.
Finalmente, reiteró que el Gobierno venezolano enfrenta las amenazas del imperialismo contra el pueblo humilde y trabajador, e instó a fortalecer la unidad nacional frente a las agresiones externas.
Tensión entre Brasil y EEUU
Las relaciones entre Brasil y Estados Unidos han alcanzado niveles de tensión inéditos, impulsados principalmente por aranceles punitivos del 50 % implementados por Washington en julio de 2025, dirigidos a presionar a Brasil para detener el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro.
Brasil respondió llevando el caso ante la OMC, activando su ley de reciprocidad comercial y ofreciendo un plan de ayuda de 5000 millones de dólares para sus exportadores afectados. Estas medidas han erosionado la cooperación bilateral y provocado el incremento de fricciones diplomáticas.
Añadiendo un nuevo componente político a la disputa, Estados Unidos impuso sanciones bajo la ley Magnitsky contra un magistrado del Supremo brasileño y revocó visados a funcionarios relacionados con el programa sanitario “Mais Médicos”, acusándolos de prácticas laborales coercitivas.
En respuesta, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva defendió la soberanía judicial de Brasil, rechazó la intervención estadounidense y buscó fortalecer alianzas con los líderes de los BRICS.
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