El festival comenzó el martes en el noroeste del país asiático y a pesar de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, los paisajes de ensueño helados han atraído a millones de visitantes a Harbin.
Los preparativos para este festival anual comienzan con semanas de antelación, cuando los trabajadores extraen millones de metros cúbicos de hielo de la superficie del río Songhua durante turnos largos y agotadores, las paredes de hielo talladas en forma de flor gigante se iluminaron cuando se inauguró el festival.
Este año, debido a la crisis sanitaria de la COVID-19, los visitantes del festival tienen que mostrar un “código sanitario” en una aplicación de rastreo de contactos y se les toma la temperatura antes de poder entrar en el recinto.





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