Reporteros sin Fronteras (RSF), una organización que trabaja con periodistas locales para supervisar el tratamiento de la prensa por parte de las autoridades de 130 países, ha registrado ya la muerte de dos periodistas en enero y el encarcelamiento de otros 189, según informó el jueves The Washington Post.
“Hay cifras preocupantes y se alinean con lo que hemos visto en los últimos años (…). El costo político de este tipo de comportamiento ha disminuido y eso inclina la balanza en la dirección equivocada”, denuncia Joel Simon, director ejecutivo del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
De los 48 periodistas asesinados en todo el mundo el año pasado, según datos del CPJ, seis hallaron la muerte en México, al igual que el primero de 2018: Carlos Domínguez, un columnista de 77 años que escribió sobre corrupción y crimen organizado en el país norteamericano durante más de 40 años. Fue apuñalado en un semáforo en Nuevo Laredo (noreste), en presencia de su familia, el pasado día 13.
Hay cifras preocupantes (sobre la violencia contra la prensa) y se alinean con los que hemos visto en los últimos años (…) El costo político de este tipo de comportamiento ha disminuido, y eso inclina la balanza en la dirección equivocada”, denuncia Joel Simon, director ejecutivo del Comité para la Protección de los Periodistas.
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