Al referirse a la naturaleza hostil del régimen de Tel Aviv y su tendencia a lanzar guerras y ocupar territorios, el representante permanente de Siria ante la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Bassam al-Sabbagh, en declaraciones el martes durante la 59ª Conferencia General del organismo en Viena, capital de Austria, hizo hincapié en que todas las instalaciones nucleares israelíes deben someterse a las inspecciones sin restricciones de la AIEA.
En este sentido, el diplomático sirio precisó que un gran número de países miembros de la AIEA está preocupado por las actividades nucleares israelíes, lejos de cualquier control internacional, lo cual constituye una amenaza para la seguridad y la paz en Oriente Medio y el mundo entero.
De igual manera, denunció que el régimen de Israel hace caso omiso a todas las resoluciones adoptadas por las entidades internacionales sobre sus actividades e instalaciones nucleares.

Siguiendo esta misma tónica, el funcionario criticó la doble moral de algunos países miembros de la AIEA respecto al expediente nuclear israelí y el apoyo para que desarrolle sus instalaciones nucleares, hecho que, resaltó, contraviene los artículos del TNP.
Asimismo reiteró el compromiso de Siria con las metas y los principios del TNP, materializados en el uso de la energía atómica por fines pacíficos.
El régimen israelí nunca ha permitido que se inspeccionen sus instalaciones nucleares, y continúa rehusando los llamamientos internacionales a adherirse al tratado.
El antiguo técnico nuclear israelí, Mordejái Vanunu, reveló el 4 de septiembre detalles sobre "los mayores secretos" del régimen de Tel Aviv en cuanto a sus actividades nucleares secretas.
En declaraciones formuladas durante una entrevista televisiva, Vanunu explicó cómo una vez observó la existencia del arsenal nuclear del régimen de Israel y se refirió a un posible desastre que podría originarse de la instalación nuclear israelí de Dimona.
Un informe publicado en marzo por el Boletín de Científicos Atómicos, publicado en Chicago (centro este de EE.UU.) concluyó que Israel posee al menos 80 ojivas nucleares operativas, y dispone de material suficiente para producir hasta 190 más.
Los expertos en proliferación nuclear, Robert Norris y Hans Kristensen, estiman en el estudio que el régimen de Tel Aviv detuvo su producción de cabezas atómicas en 2004, “una vez que alcanzó en torno a los 80 proyectiles”.
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