• Un tanque turco M60T cerca de la carretera que conduce a la provincia siria de Alepo, 15 de marzo de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: jueves, 25 de junio de 2020 8:25
Actualizada: jueves, 25 de junio de 2020 17:02

El Ejército turco lanza una barrera de fuego contra las tropas sirias y los milicianos kurdo-sirios en la provincia de Alepo, en el norte del país árabe.

La artillería pesada turca bombardeó la tarde del miércoles tanto posiciones del Ejército sirio como de milicianos kurdos de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) en la localidad de Tel Rifaat, ubicada a unos 15 kilómetros de la frontera con Turquía, de acuerdo con informes recogidos por el portal sirio Al-Masdar News.

El medio sirio recuerda que Ankara califica de “terroristas” a los combatientes kurdos y se reserva el derecho a aniquilarlos dentro del territorio sirio, sin el permiso de Damasco. Sin embargo, los ataques turcos se dirigen con bastante frecuencia a las posiciones del Ejército sirio.

De hecho, el periódico destaca que la ofensiva turca de ayer golpeó intencionalmente blancos del Ejército sirio, puesto que, además de estar dentro de su propio territorio, estaban en una zona distinta a las posiciones de los milicianos de YPG, que forman parte integral de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), respaldadas por EE.UU.

Al-Masdar News subraya que, desde hace un par de meses, el Ejército turco ha intensificado sus ataques contra las fuerzas sirias, sin observar la tregua acordada el 5 de marzo, entre los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente.

Sin embargo, añade la fuente, ni las fuerzas sirias ni los kurdo-sirios han respondido al ataque relámpago de Turquía que “violó” flagrantemente la tregua declarada en las “zonas de desescalada de tensión”.

El Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, que denuncia la presencia extranjera, promete expulsar a todas las fuerzas ilegítimas del país, una vez erradicado por completo el terrorismo que goza del apoyo de ciertos países regionales y occidentales como Turquía y EE.UU., de acuerdo con informes irrefutables.  

La Turquía de Erdogan, de hecho, llegó de una política exterior basada en la premisa “cero problemas con los vecinos” a no hay ningún vecino con el que no tenga problemas. Semejante giro político, que pasó de lazos pacíficos y amistosos con los vecinos a intervenciones militares o no militares, directas o indirectas, en Siria, Irak y Libia, recuerda la teoría de la “vuelta a la era otomana”.

ask/ncl/ftn/mkh