Según un reciente informe del miércoles en la radio suiza SRF (Schweizer Radio and Fernsehen), Gashi se unió a Daesh a principios de enero pasado, pero había estado ocultando su paradero durante meses, por lo que su familia creía que estaba en Tailandia.
Los periodistas lograron acceder al campeón a través del teléfono a mediados de mayo. Durante una conversación telefónica de 90 minutos de duración, Gashi dijo a los periodistas que tiene una comprensión profunda de la ideología de EIIL y, actualmente, se ha acostumbrado a sus ideas.
“Quiero hacer algo bueno y morir mientras lo hago. Eso me haría muy feliz”, declaró durante la conversación.
La entrevista puso de relieve que Gashi viajó a Siria acompañado por otros tres boxeadores, identificados como Sandro, Visar y Hajan.
Según los reportes, los cuatro participaron en una batalla en Siria y como consecuencia Hajan perdió la vida.
En uno de sus últimos mensajes publicados este jueves en su cuenta de Facebook, Gashi ha pedido a su familia y amigos que no denuncien su decisión, subrayando que ellos no saben toda la historia.

Gashi, de 29 años, nació en la ciudad de Pristina (capital de Kosovo), pero creció en Alemania.
Mientras tanto, la familia del conocido boxeador ha urgido a Gashi a regresar a Alemania. Su padre, Enwar Gashi, ha dicho a un diario alemán que Valdet debe volver a casa. Su lugar es su casa.
“Si quiere ayudar a una persona, debe volver a casa y trabajar aquí y dejar de hacer tonterías en Siria”, ha aseverado.
El Ministerio del Interior de Alemania advirtió la semana pasada de la creciente cifra de alemanes que se unen a los terroristas del EIIL.
Se estima que más de 680 ciudadanos de este país europeo están luchando en las filas de los takfiríes en Irak y Siria.
Según las estimaciones del Centro Nacional Antiterrorista de EE.UU. (NCTC, por sus siglas en inglés), más de 20.000 extranjeros, de 90 países, incluidos estadounidenses y europeos, se han unido a los terroristas del EIIL para expandir la ideología takfirí en Irak y Siria.

Actualmente, la banda takfirí opera en Irak y Siria, y en su intento por adueñarse del territorio de estos dos países, comete crímenes de lesa humanidad contra todos los grupos étnicos y religiosos, incluidos chiíes, suníes, kurdos y cristianos.
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