“He dicho esto antes, tenemos que garantizar que Bashar al-Asad deje el poder”, apostilló el jueves mandatario galo durante una entrevista televisiva.
He dicho esto antes, tenemos que garantizar que Bashar al-Asad deje el poder”, ratificó el presidente francés, François Hollande.
El jefe de Estado francés, si bien reconoció que su par sirio está luchando contra los terroristas, alegó que, en estos momentos, está "masacrando" a su propia gente mientras cuenta con el apoyo de Rusia.
Hollande también hizo hincapié en la necesidad de dialogar para acabar con la crisis de Siria. De hecho, la ciudad alemana de Múnich (sur) acogió en la misma jornada una reunión del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG, por sus siglas en inglés).
El encuentro en Múnich terminó tras horas de tensas negociaciones a puerta cerrada con dos acuerdos: el “cese de las hostilidades” en un plazo de una semana y el “inmediato” envío de la ayuda humanitaria a una serie de ciudades sirias.
De todos modos, Hollande elogió la experiencia del nuevo canciller francés, Jean-Marc Ayrault — ex primer ministro (2012-2014)—, para asumir los trabajos de Francia sobre Siria después de la renuncia de Laurent Fabius.
El 29 de enero se inició la tercera ronda de los diálogos de paz para Siria en la ciudad suiza de Ginebra, con la participación de delegaciones del Gobierno sirio y sus adversarios, pero fue interrumpida el 3 de febrero, según Damasco, por la “falta de seriedad” de la oposición para acabar con la crisis.
No obstante, los diálogos políticos tanto en Múnich como en Ginebra para poner fin a la crisis de Siria se producen en momentos en que el Ejército sirio apoyado por la aviación rusa está logrando grandes avances ante los grupos terroristas que reciben apoyos de ciertos países regionales y occidentales, según Damasco.
En este contexto, Hollande solicitó a Rusia que frene sus ataques aéreos contra las posiciones de los terroristas en Siria, alegando que estos matan también a los demás y que aumentan el número de los refugiados. Unos 2,5 millones refugiados se encuentran en Turquía, cifró el mandatario.
Mientras Moscú ataca las posiciones terroristas, incluido al EIIL (Daesh, en árabe) tras la petición de Damasco y en total coordinación con el Ejército sirio, Francia también bombardea Siria en el marco de la llamada coalición anti-EIIL, liderada por EE.UU., cuyas operaciones son “ilegales”, pues no tienen permiso de Damasco ni el aval de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Gobierno del presidente Bashar al-Asad ha denunciado en reiteradas ocasiones el respaldo que brindan algunos países regionales y occidentales a los grupos takfiríes como Estados Unidos, Francia, Arabia Saudí, Catar, Jordania y Turquía, culpándolos por la crisis sin precedentes en el país árabe que ha dejado hasta el momento más de 260.000 muertos, según opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con la sede en Londres (capital británica).
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