“Esperamos que la vacunación masiva [contra la COVID-19] comience a principios de otoño”, ha señalado Alexánder Gíntsburg, director del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología de Rusia, a la agencia rusa de noticias TASS.
De acuerdo con el aludido médico, “toda la población no podrá recibir esta vacuna a la vez”, por lo que el proceso podría extenderse entre siete y nueve meses y en el mejor de los casos llevará seis meses en implementarlo.
El especialista ha recalcado que todos los expertos que participaron en la creación de esta vacuna la han probado voluntariamente, “constatando su seguridad”. “No solo tenemos los anticuerpos, sino que verificamos la presencia de anticuerpos protectores que neutralizan el virus”, ha asegurado Gíntsburg.
Este lunes, Rusia ha registrado 8946 nuevos casos en 83 de sus regiones, así como otras 92 muertes. De esta forma, los casos positivos detectados en los 85 sujetos administrativos de Rusia desde el inicio del brote ascienden a 353 427.
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