Luego de la incertidumbre sobre el paradero del mandatario sirio, tras dejar el cargo el domingo a manos de un grupo de insurgentes que entró en Damasco, hubo algunos informes y anuncios que indicaban que los Al-Asad podrían haber enrumbado hacia Emiratos Árabes Unidos e incluso que iban en un avión que había desaparecido. Todas estas teorías fueron cayéndose dando lugar a la posibilidad de que estuviera en territorio ruso.
En primeros indicios, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia anunció que Al-Asad decidió “renunciar a la presidencia y abandonar el país, dando instrucciones para llevar a cabo una transferencia de poder de manera pacífica”.
Poco después, el medio ruso RIA Novosti, citando una fuente del Kremlin, informó que el presidente sirio había llegado a Moscú con miembros de su familia, ya que Rusia les ha concedido asilo.
La confirmación sobre dónde estaba Al-Asad llegó este lunes mediante una nota en Telegram del representante permanente de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, Mijaíl Uliánov.
El diplomático ruso escribió que Bashar al-Asad y su familia se encuentran en Moscú. “Rusia no traiciona a sus amigos en situaciones difíciles. Esta es la diferencia entre Rusia y EE.UU.”, enfatiza la nota de Uliánov.
El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo sirio han mantenido fuertes lazos. Moscú ayudó a combatir al grupo terrorista Daesh por ello desde 2015 se instaló en dos bases en suelo sirio.
El 27 de noviembre, grupos armados liderados por la alianza Hayat Tahrir al-Sham (HTS) atacaron y tomaron Alepo, luego avanzaron a ciudades estratégicas como Hama y Homs, en 11 días, llegar a Damasco, la capital, y tomarla, poniendo fin al Gobierno de Al-Asad.
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