• El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, habla durante una ceremonia militar.
Publicada: lunes, 29 de abril de 2019 17:56
Actualizada: lunes, 29 de abril de 2019 23:22

El ministro de Defensa de Rusia ha alertado que un presunto derrocamiento de Maduro incitaría al brote de terrorismo y las olas de migración ilegal.

Durante una reunión mantenida este lunes con sus homólogos de los países miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Biskek (la capital de Kirguistán), Serguéi Shoigu ha advertido a los países occidentales sobre las consecuencias que acarrearía intentar cambiar al actual Gobierno de Venezuela, presidido por Nicolás Maduro.

“Los acontecimientos en el Oriente Medio y el norte de África han demostrado que el rumbo destinado al cambio de regímenes indeseables y la implantación de modelos de desarrollo externos no solo conducen al caos en regiones extensas, sino que también se están traduciendo en un aumento de las amenazas reales, incluidos los brotes del terrorismo internacional y las enormes olas de migración ilegal”, ha indicado.

El alto cargo militar ruso, además, ha resaltado que la inclinación de ciertos países al dominio mundial y su rechazo a los mecanismos colectivos de cooperación no contribuyen a una mayor seguridad en el mundo, sino que, aumentan significativamente el riesgo de conflictos.

Los acontecimientos en el Oriente Medio y el norte de África han demostrado que el rumbo destinado al cambio de regímenes indeseables y la implantación de modelos de desarrollo externos no solo conducen al caos en regiones extensas, sino que también se están traduciendo en un aumento de las amenazas reales, incluidos los brotes del terrorismo internacional y las enormes olas de migración ilegal”, ha indicado el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu. 

 

“El deseo occidental de restaurar la influencia en América Latina ha provocado la degradación de la esfera social en la región”, ha agregado Shoigu, para después denunciar el intento de “desplazar a las autoridades legales en Venezuela”.  

La crisis política en Venezuela se recrudeció a partir del 23 de enero, cuando el jefe de la Asamblea Nacional (AN) del país —declarada en desacato en 2016 y controlada por la oposición—, Juan Guaidó, se autoproclamó “presidente interino” con el apoyo de Estados Unidos.

Washington y sus aliados europeos reconocen a Guaidó y trabajan con la oposición para derrocar a Maduro, incluso con una intervención militar en Venezuela. Moscú, al igual que muchos otros países, como China, Irán, Turquía, Bolivia y Cuba, respalda al líder chavista como la única autoridad legítima de Venezuela.

Rusia ha advertido en múltiples ocasiones de las catastróficas consecuencias que se pueden derivar de las injerencias foráneas, entre ellas una intentona golpista o una agresión militar —planteada por Washington— en Venezuela. Moscú opina que solo un diálogo intervenezolano puede atajar la crisis.

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