En declaraciones en una entrevista a la televisión iraní, Volodín ha dicho que gracias a la “confianza mutua, la posición común de todas las cuestiones clave” entre Moscú y Teherán “se logró hacer todo lo posible para llevar la paz a la tierra siria y liberar al país de los terroristas”.
“La posición de Irán y Rusia sobre Siria no sólo es de carácter constructivo, tenemos en primer lugar el deseo de resolver la situación en un país que prácticamente se encontraba al borde de la división, donde se creó la organización terrorista, que ya empezaba a adquirir la forma de un estado, y esto se convirtió en una amenaza para todo el mundo”, ha expresado el jefe de la Cámara Baja del Parlamento de la Federación Rusa.
En otra parte de sus declaraciones, Volodin expresó la confianza en que durante el transcurso de su estadía en el país persa pueda discutir muchas cuestiones de la “cooperación interparlamentaria” con la creación de una comisión de alto nivel para la cooperación entre ambos órganos legislativos.
El diplomático ruso ha llegado este lunes a Teherán en una visita oficial durante la cual se reunirá con el mandatario iraní, Hasan Rohani y con el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani. Volodin también abrirá la sesión plenaria de la comisión intergubernamental ruso-iraní en el foro empresarial.
La posición de Irán y Rusia sobre Siria no sólo es de carácter constructivo, tenemos en primer lugar el deseo de resolver la situación en un país que prácticamente se encontraba al borde de la división, donde se creó la organización terrorista, que ya empezaba a adquirir la forma de un estado, y esto se convirtió en una amenaza para todo el mundo”, dijo el presidente de la Duma estatal rusa, Viacheslav Volodin.
Moscú ha criticado en reiteradas ocasiones la actividad en Siria de la llamada “coalición contra EIIL (Daesh, en árabe)” liderada por Washington. Mientras el Ejército sirio gana terreno a los grupos terroristas con el apoyo de asesores iraníes y la Aviación rusa, la “coalición” recurre a distintas tácticas —como derribar aviones sirios, atacar bases militares del Ejército o bombardear posiciones de sus aliados, entre otras— para frenarlo.
Las operaciones de la “coalición” en territorio sirio no están además autorizadas por el Gobierno de Damasco ni han sido avaladas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).
Desde el inicio de la crisis de Siria en 2011, Teherán nunca ha escatimado su apoyo a Damasco ante la violencia de los numerosos grupos armados apoyados desde países opuestos al presidente sirio, Bashar al-Asad.
lvs/ktg/mjs
