• Los buques de remolque maniobran el portaaviones británico HMS Queen Elizabeth, de 65.000 toneladas, en el este de Escocia, 26 de junio de 2016.
Publicada: jueves, 29 de junio de 2017 9:29
Actualizada: jueves, 29 de junio de 2017 9:59

El portaaviones británico Queen Elizabeth es un ‘blanco cómodo’ para la Armada rusa, afirma la Defensa rusa en respuesta a dardos verbales de Londres.

El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, general mayor Igor Konashenkov, ha reaccionado este jueves a las declaraciones del secretario de Defensa británico, Michael Fallon, de que el nuevo portaaviones británico debiera dar “envidia” a Rusia con su “vetusto” portaaviones Admiral Kuznetsov.

El mando castrense ruso ha cuestionado la falta del poder operacional del navío británico si no va acompañado de otros buques de guerra, submarinos y barcos auxiliares.

“A diferencia del crucero portaaviones Admiral Kuznetsov, dotado de misiles antiaéreos, antisubmarinos y, lo que es fundamental, sistemas antibuque Granit, el portaaviones británico no es más que un blanco naval cómodo de gran tamaño”, ha dicho Konashenkov.

Ha precisado que “dada esa circunstancia, no le conviene a la Real Marina británica exhibir la ‘belleza’ de su portaaviones en alta mar a menos de centenares de millas de su ‘pariente lejano’”.

El navío británico, el HMS Queen Elizabeth, que tiene 280 metros de eslora y desplaza 65.000 toneladas, zarpó el 27 de junio del puerto de Rosyth, en Escocia, para iniciar pruebas en alta mar que se prolongarán por dos años.

Se trata del mayor buque de guerra construido jamás para la Real Marina británica. El navío, con una tripulación de más de 700 personas que podría duplicarse en función del número de aeronaves embarcadas, es capaz de transportar 40 aviones y cuatro helicópteros.

A diferencia del crucero portaaviones Admiral Kuznetsov, dotado de misiles antiaéreos, antisubmarinos y, lo que es fundamental, sistemas antibuque Granit, el portaaviones británico no es más que un blanco naval cómodo de gran tamaño”, ha dicho el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, general mayor Igor Konashenkov.

 

Por su parte, el portaaviones Admiral Kuznetsov, el único de que dispone Rusia, se incorporó a la Armada rusa en 1991, mide 302 metros de eslora y 72 de manga; desplaza 55.000 toneladas, tiene velocidad máxima de 29 nudos, autonomía de 8000 millas náuticas, 1960 tripulantes y capacidad para alojar más de 50 aviones y helicópteros.

La guerra dialéctica entre ambos países comenzó cuando los comandantes de la Marina británica indicaron que el HMS Queen Elizabeth de casi 4000 millones de dólares podría ser monitoreado en su viaje al mar del Norte por aeronaves, buques y submarinos rusos.

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