• El presidente de Rusia, Vladimir Putin
Publicada: miércoles, 18 de marzo de 2015 2:40

El vicepresidente del Centro Eurasia de Estados Unidos, Earl Rasmussen, aseguró el martes que los intentos de Norteamérica para “demonizar” al presidente de Rusia, Vladimir Putin, parecen poco profesionales.

“En mi opinión, el intento (de EE.UU.) de demonizar a Putin muestra una gran falta de profesionalidad, no tiene nada que ver con la diplomacia y conduce por un camino muy negativo”.

“En mi opinión, el intento de demonizar a Putin muestra una gran falta de profesionalidad, no tiene nada que ver con la diplomacia y conduce por un camino muy negativo”, explicó Rasmussen en una entrevista concedida a la cadena rusa Ria Novosti.

Tras señalar que el objetivo de Washington imponiendo sanciones a Rusia era crear problemas económicos en ese país y, por consiguiente, obtener el apoyo de la opinión pública en contra de Putin y un cambio en su política exterior, el politólogo indicó que por ahora dichos complots no han dado resultado.

Y tal fracaso se debe a que “ciertos líderes que influyen en la política estadounidense” desconocen totalmente la cultura y la mentalidad rusas y no cuentan con una comprensión real de sus perspectivas.

“Como resultado de una crisis de este tipo, el pueblo ruso se une y apoya aun más a sus líderes (…) Los índices de popularidad de Putin lo confirman claramente”, explica Rasmussen, que lleva casi 20 años asesorando a empresas dispuestas a trabajar en el mercado ruso.

Es imprescindible comprender los enfoques y los puntos de vista de la otra parte, si se busca “lograr un acuerdo en la diplomacia”; pues las sanciones ya han conllevado “resultados contrarios” de lo esperado, advirtió.

“Creo que si de repente ahora los políticos cambiaran de opinión, no sería tan fácil resolver todos los problemas que han surgido”, resumió Rasmussen, e indicó que Ucrania es uno de los países que “está sufriendo más” en esta coyuntura.

La crisis ucraniana ha motivado graves tensiones entre Rusia y el Occidente, que se acusan mutuamente de la situación en las provincias de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania.

Acusando a Moscú de apoyar a los independentistas, el bloque occidental justifica la imposición de sanciones a Rusia.

Sin embargo, Rusia ha respondido a tales medidas embargando los productos agrícolas y varios sectores de la economía de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE).

Se sabe que algunos miembros de la UE no apoyan las sanciones contra Rusia, país con el que la Unión mantiene un gran intercambio económico y del que depende para abastecer gran parte de su suministro interno de energía.

tas/nii/