Además, la última medida estrella, la oficina anticorrupción, que anunció a bombo y platillo, ni siquiera está aún operativa.
Calle San Bernardo numero 19 de Madrid, capital. La sede de la nueva y flamante Oficina de Recuperación y Gestión de Activos. Tiene como objetivo centralizar todos los bienes decomisados por su origen delictivo.
La última herramienta del Gobierno para luchar, supuestamente, contra la corrupción. Rajoy se dio mucha prisa por inaugurarla y presumir de ella.
Sin embargo, la oficina aún sigue vacía y todavía no ha empezado a funcionar. Para la oposición política es un símbolo de cómo la corrupción ha campado a sus anchas durante esta legislatura.
Porque en estos cuatro años el caso Gürtel ha salpicado portadas de prensa día sí, día también, se han producido movilizaciones ciudadanas espontáneas contra la corrupción y los últimos año la gota que ha colmado el vaso han sido las tarjetas black del caso Bankia. Aun así el Partido Popular (PP) sigue confiando en sus votantes.
Porque a eso apuesta el PP. Su mensaje es claro: o estáis con nosotros o es el desastre para el país. Y esto a pesar de que el PP sigue en el punto de mira judicial. Ahora investigan si la reforma de la sede nacional del partido se hizo de forma ilegal.
Mariano Rajoy defiende ahora la lucha contra la corrupción sin haber asumido las responsabilidades dentro de su partido, protagonista principal de los casos de corrupción más sonados de esta legislatura.
Rafael González, Madrid.
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