Las consecuencias de la violencia en la ciudad de Baltimore, se reflejan en estas imágenes. Tiendas destruidas, vehículos calcinados y una iglesia convertida en cenizas.
La comunidad afroamericana dice tener razones muy poderosas para que la indignación de la gente se haya desbordado a niveles nunca antes vistos en esta ciudad.
La ciudad presentaba un paisaje diferente, con la presencia de la guardia nacional en las calles del centro y agencias policiales de condados aledaños a Baltimore, en las zonas de conflicto; que sumadas a las medidas de emergencia y toque de queda, pretenden prevenir situaciones similares.
Después de una larga y violenta noche, algunas autoridades atribuyeron la violencia a grupos de matones inadaptados, la respuesta vino del activismo.
Tras declaración de estado de emergencia, la ciudad aparecía literalmente sitiada por efectivos de distintas agencias policiales y de la guardia nacional.
Pese a que las fuerzas de seguridad dijeron estar preparadas para cualquier eventualidad, muchos anticipan que la violencia no se detendrá en tanto y cuanto la policía no responda a sus demandas.
Llegada la noche, se cumplieron las amenazas y las protestas continuaron pese al “Toque de Queda”.
Alfredo Miranda, Baltimore Maryland.
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