El año 2015 ha sido un año terrible para Francia. El 7 de enero y el 13 de noviembre el país era golpeado salvajemente por los terroristas. 147 personas asesinadas y cientos de heridos son el balance del odio que se ha abatido sobre Francia.
Francia es un país que ha visto también en 2015 la subida del Frente Nacional (FN), el partido de ultraderecha que lidera Marine Le Pen. El Gobierno socialista ha perdido todas las elecciones y en cada una de ellas la extrema derecha ha afianzado su peso político hasta alcanzar el apoyo de cerca de un 30 % del electorado, es decir el de 7 millones de franceses.
El año que acaba ha sido también un año de muchas decepciones para los franceses, quienes han visto como su sociedad se empobrece, las luchas sociales son reprimidas, y las libertades individuales y colectivas han sido recortadas.
El año 2015 no ha sido un buen año para Francia. No lo ha sido para su Gobierno pero sobre todo para sus ciudadanos que tampoco ven en el 2016, el año en el que desaparecerán la pobreza, el desempleo y la injusticia social.
Juan José Dorado, París.
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