• El representante permanente de Irán ante la ONU, Amir Said Iravani.
Publicada: jueves, 21 de agosto de 2025 19:11

El representante iraní ante Naciones Unidas rechaza las acusaciones infundadas de Estados Unidos y el régimen de Israel sobre transferencia de armas a Yemen.

En una carta dirigida al secretario general de la ONU, António Guterres, y al presidente del Consejo de Seguridad, Eloy Alfaro de Alba, el embajador de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, afirmó el jueves que las acusaciones contra la República Islámica carecen de pruebas fidedignas, verificables e independientes.

“Escribo para rechazar categóricamente y condenar sin reservas las acusaciones infundadas y motivadas políticamente contra la República Islámica de Irán, formuladas por los representantes de Estados Unidos y el régimen israelí durante el debate abierto del Consejo de Seguridad sobre seguridad marítima, realizado el 11 de agosto de 2025 bajo el punto de la agenda Mantenimiento de la paz y seguridad internacionales (9977ª reunión)”, apostilló.

Iraní también hizo alusión a otras argucias de Washington en contra de Irán en lo relativo a supuestas tranferencias de armamento a Yemen.

“La acusación hecha por el representante de Estados Unidos durante la sesión informativa del Consejo sobre la situación en Oriente Medio (Asia Occidental) el 12 de agosto de 2025 (9978ª reunión), en la que se afirmó que Irán ha transferido armas a Yemen en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad, carece totalmente de fundamento. No cuenta con pruebas creíbles, verificables ni corroboradas de forma independiente”, señaló.

 

En otra parte de sus declaraciones, el diplomático iraní destacó que la República Islámica cumple sus obligaciones en el marco del derecho internacional, incluida la Carta de la ONU, así como todas las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad sobre Yemen y nunca ha participado en actividades contrarias a las mismas, sosteniendo que las acusaciones antiraníes forman parte de una campaña de Washington e Israel.

“Las afirmaciones que señalan que Irán amenaza la seguridad marítima, ya sea mediante el presunto apoyo a Ansarolá en Yemen o la incautación de embarcaciones, carecen de fundamento. Tales acusaciones infundadas forman parte de una campaña deliberada de desinformación, diseñada para desviar la atención de las agresiones ilegales y las conductas desestabilizadoras de Estados Unidos y el régimen israelí en Yemen y en toda la región”, confirmó.

Iravani subrayó, además cómo afecta la presencia de EE.UU. en la zona y cómo Israel representa una amenaza sistemática para la estabilidad de Asia Occidental. “Contrariamente a las afirmaciones, Estados Unidos y su aliado regional, el régimen israelí, ambos son las principales fuentes de inestabilidad e inseguridad en la región y representan una amenaza para la seguridad marítima y la seguridad de la navegación. Con el apoyo de Estados Unidos, el régimen israelí ha atacado en numerosas ocasiones a petroleros y embarcaciones comerciales de Irán en el mar Rojo y el Mediterráneo oriental”, indicó.

“Estas acciones ilegales han atacado de forma deliberada y sistemática infraestructuras civiles, puertos comerciales, instalaciones de almacenamiento de combustible y sitios de infraestructura energética, en clara violación del derecho internacional humanitario, causando consecuencias humanitarias devastadoras, agravando la ya más grave crisis humanitaria mundial y socavando gravemente la seguridad marítima y la estabilidad en el mar Rojo y el Golfo de Adén”, recalcó.

“Es motivo de profunda preocupación que Estados Unidos utilice habitualmente el Consejo de Seguridad como una plataforma para promover sus propias agendas políticas y desviar la atención de sus acciones desestabilizadoras e ilegales, así como las del régimen israelí”, añadió.

Igualmente, destacó que, “con un largo historial de agresiones y conductas ilegales, tanto Estados Unidos como el régimen israelí no tienen autoridad para dar lecciones a Irán sobre seguridad marítima, distorsionar el trabajo de este Consejo o aplicar dobles estándares. Aquellos que acusan a la República Islámica de Irán son, en realidad, los principales violadores del derecho internacional. Su comportamiento revela un intento deliberado de imponer agendas políticas estrechas y mantener la fallida política de máxima presión contra Irán”.

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