Mediante una entrevista concedida este martes con la emisora pública neerlandesa Ongehoord Nederland, el embajador de Irán, Hadi Farayvand, ha criticado enérgicamente este miércoles el silencio del Gobierno neerlandés ante la agresión militar de Israel y Estados Unidos contra el territorio iraní, subrayando que se esperaba que Países Bajos, como sede de la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ), condenara explícitamente los recientes ataques.
“Se esperaba que Países Bajos mostrara una reacción proporcional y una condena explícita ante esta agresión y flagrante violación del derecho internacional”, ha declarado Farayvand, al responder a una pregunta periodística sobre la posición del Gobierno neerlandés.
El diplomático iraní también ha señalado que, la acción defensiva de la República Islámica de Irán, en respuesta a los ataques recibidos, se realizó conforme al Artículo 51 de la Carta de la ONU y bajo el principio de legítima defensa. Asimismo, ha destacado que Teherán se reserva el derecho de responder a cualquier amenaza contra su integridad territorial y seguridad nacional, en el marco del derecho internacional.
“El programa nuclear de la República Islámica de Irán siempre ha sido pacífico y, según los informes reiterados de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), no se ha observado ninguna desviación hacia fines militares”, ha enfatizado Farayvand.
Por lo tanto, ha señalado que, los pretextos planteados por el régimen sionista y Estados Unidos para atacar las instalaciones nucleares de Irán “carecen de toda base legal y legitimidad internacional”.
En este contexto, el embajador persa ha explicado que, de acuerdo con las enseñanzas del sagrado Islam, la fatwa (decreto religioso) explícita del Líder de la Revolución Islámica, ayatolá Seyed Ali Jamenei, y los cálculos racionales vinculados al interés nacional, Teherán “rechaza categóricamente cualquier producción o uso de armas de destrucción masiva, considerándolas incompatibles con sus principios humanos, éticos y religiosos”.
Al finalizar, ha enfatizado que Irán siempre ha sido y seguirá siendo “partidario de la estabilidad, el diálogo y las soluciones políticas en la región”. Sin embargo, ante cualquier amenaza contra su seguridad y soberanía, actuará con firmeza, racionalidad y en el marco del derecho internacional.
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