• El canciller iraní, Seyed Abás Araqchi
Publicada: jueves, 12 de junio de 2025 17:51
Actualizada: jueves, 12 de junio de 2025 18:14

El canciller y jefe negociador de Irán ha denunciado que la resolución antiraní adoptada por la Junta de Gobernantes de la AIEA complicaría los diálogos con EE.UU.

Seyed Abás Araqchi ha dicho este jueves que su equipo participará el domingo, 15 de junio, en la sexta ronda de las negociaciones nucleares indirectas con Estados Unidos en Mascate, capital de Omán. El máximo diplomático ha admitido que la aprobación de la resolución antiraní en la Junta de Gobernantes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) “hará más complejas las discusiones”.

Sin embargo, Araqchi ha asegurado que defenderá el Mascate “los derechos y posiciones fundamentales del pueblo iraní y los logros nucleares de los científicos iraníes”.

Ha subrayado que Irán avanzará sin retroceso en su camino de preservar sus derechos.

La Junta de Gobernadores, compuesta por 35 países, aprobó hoy jueves con 19 votos a favor, tres en contra y 11 abstenciones la resolución, presentada por Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido. Dos países no votaron. La resolución acusa a Irán de la supuesta “falta de cumplimiento” de sus obligaciones nucleares.

 

Irán ha respondido con dureza, calificando la medida de “política” y anunciando contramedidas, entre ellas la puesta en marcha de una nueva planta de enriquecimiento de uranio en “un lugar muy seguro” y la modernización de sus centrifugadoras en la instalación de Fordow con modelos de sexta generación.

Las negociaciones mediadas por Omán se llevan a cabo mientras que el enriquecimiento de uranio es una disputa central. Irán lo defiende como un derecho “no negociable”, garantizado por el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, en su búsqueda de un programa nuclear civil, mientras que Estados Unidos ha defendido la idea del ‘enriquecimiento cero’.

En reacción a la resolución, Mohamad Eslami, director de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), ha considerado la medida como parte de una campaña de presiones “políticas y psicológicas”, influenciadas por Israel, para obligar a Teherán a dar concesiones en las negociaciones nucleares con EE.UU.

Las contramedidas de Irán que “aumentarán significativamente la capacidad de la producción del uranio enriquecido” del país, según la OEAI, transmiten, de hecho, el mensaje de que el “enriquecimiento no es negociable”.

El Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha considerado el enriquecimiento como la columna vertebral del programa nuclear iraní, y subrayado que el país lo continuará bajo cualquier circunstancia.   

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