Tras una reunión en Canberra, la capital de Australia, el 16 de agosto, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, y su homólogo neozelandés, Christopher Luxon, instaron a Irán a abstenerse de lo que denominaron acciones desestabilizadoras en Asia Occidental. En la declaración conjunta, también pidieron a Irán que se abstenga de sus planes de represalia contra el régimen israelí.
En este sentido, el portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, ha subrayado que el documento conjunto de estos países demuestra, una vez más, la aplicación de dobles raseros en relación con los derechos humanos fundamentales, el derecho internacional y los acontecimientos regionales. “El apoyo abierto y encubierto a un régimen que ha estado involucrado en crímenes de guerra y genocidio contra los ciudadanos palestinos oprimidos durante más de 10 meses consecutivos significa alentar a dicho régimen a continuar con estos horribles crímenes”, ha añadido.
“La solicitud de un alto el fuego inmediato en Gaza, la protección de los civiles y la entrega rápida y suficiente de ayuda humanitaria al pueblo de Gaza es una petición global. La comunidad internacional debe tomar medidas prácticas y efectivas para cumplir con esta solicitud, y el régimen sionista debe ser obligado a aceptarla”, ha resaltado.
Asimismo, el portavoz iraní ha afirmado que las atrocidades de Israel en Palestina, que hasta el momento han causado más de 40 200 muertes palestinas, amenazan la seguridad y la paz debido a los comportamientos criminales que violan la Carta de las Naciones Unidas y las disposiciones del derecho internacional por parte del régimen sionista. “El contenido de la declaración emitida por estos dos países es un claro ejemplo de ignorar los hechos y desinformar a la opinión pública y a las audiencias globales”, ha agregado.
Kanani ha señalado que el Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) no pudo emitir un comunicado en repudio del acto terrorista de Israel que resultó en el asesinato de Ismail Haniya, exjefe de la oficina política de HAMAS, debido al apoyo incondicional de Estados Unidos al régimen sionista. En este contexto, ha recalcado que “la petición irrazonable de Australia y Nueva Zelanda a Irán significa ignorar el derecho inherente de Irán a castigar al agresor y crear disuasión contra las acciones del régimen sionista”.
“La principal fuente de amenaza a la paz y la seguridad regional e internacional es el régimen racista sionista, y el enfoque selectivo de Australia y Nueva Zelanda en la aplicación de normas internacionales no solo no ayuda a reducir la tensión en la región, sino que también fomenta las acciones desestabilizadoras del régimen israelí”, ha concluido.
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