Israel ha perdido la batalla por la opinión pública en su campaña de agresiones implacables en la Franja de Gaza, iniciada en octubre, que se ha cobrado la vida de casi 31 000 palestinos.
Según datos oficiales, de todas las protestas realizadas en el orbe por el conflicto palestino-israelí, más del 80 % ha sido en rechazo a la brutal guerra de Israel y a los crímenes de guerra perpetrados por su ejército contra la población civil en Gaza —denunciados por las Naciones Unidas e investigados ya por la Corte Penal Internacional de La Haya—, como el bloqueo de la ayuda humanitaria o el bombardeo de hospitales.
Los partidarios de la última monarquía gobernante en Irán, es decir Pahlavi (1925-1979), que forman parte de los detractores de la República Islámica de Irán, se encuentra entre los escasos grupos que apoyan al régimen ocupante de Israel y su guerra genocida contra el enclave costero palestino.
En las manifestaciones proisraelíes celebradas en algunos países europeos, Estados Unidos y Canadá, ondearon la antigua bandera iraní y cantaron alabanzas a Israel y su primer ministro, Benjamín Netanyahu, una figura odiada en los países islámicos y un líder que enfrenta demandas para su dimisión en los territorios ocupados palestinos.
Los monárquicos iraníes, partidarios de Reza Pahlavi, hijo de Mohamad Reza Pahlavi, el último Shah [rey] de Irán que fue derrocado por la Revolución Islámica en 1979, se han acercado a Israel, un acérrimo enemigo de la República Islámica en un intento por reinstaurar a los Pahlavis.
La oposición iraní tomó fuerza desde el inicio de los disturbios acaecidos en Irán en septiembre de 2022 tras la muerte de la joven persa Mahsa Amini, que fueron diseñados y apoyados desde el exterior.
Los detractores de la nación iraní, compuestos por monárquicos, republicanos y miembros de grupos terroristas como Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), entre otros, aprovecharon los desmanes para desestabilizar el país y derrocar el Sistema de la República Islámica y para ello Reza Pahlavi recurrió al apoyo de los gobiernos occidentales e incluso Israel.
En abril de 2023, el autoproclamado príncipe heredero de Irán, Reza Pahlavi, llevó a cabo una polémica visita a los territorios ocupados palestinos, como lo que llamó “el representante” de la nación persa para buscar el apoyo del régimen sionista en un intento de “acabar con la República Islámica”.
Sin embargo, la visita desató muchas críticas por el histórico odio de la nación iraní hacia el régimen de Israel. Muchos, incluidos los partidarios de la República Islámica, se mofaron también de Pahlavi por buscar el apoyo de un régimen sumido en una profunda crisis sociopolítica que va el camino al colapso.
No obstante, la oposición iraní, muy fragmentada y débil desde el principio, debido a las profundas diferencias ideológicas internas, no sólo no tuvo éxito en desestabilizar Irán y dañar el sólo y popular Sistema de la República Islámica, sino que no pudo recolectar el apoyo de Occidente para impulsar sus agendas.
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