En una conversación telefónica sostenida este viernes con su homólogo pakistaní, Jalil Abbas Jilani, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian, hizo énfasis en la implementación de los acuerdos para ampliar la cooperación en materia de seguridad y lucha contra el terrorismo.
Durante el diálogo, ambos titulares abordaron el estado de las relaciones bilaterales y los últimos acontecimientos en la región.
El jefe de la Diplomacia persa ha elogiado, además, las exitosas elecciones nacionales en Pakistán, y expresó su esperanza de que el nuevo primer ministro y Gabinete del país sean presentados pronto con la formación del Parlamento.
Por su parte, el canciller pakistaní destacó la importante posición de Irán en la política exterior de Pakistán, y expresó su esperanza de que el presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, realice pronto una visita a Islamabad.
El ministro de Asuntos Exteriores pakistaní saludó la propuesta de Irán de celebrar una reunión de emergencia del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) para poner fin a la guerra genocida de Israel contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y Cisjordania.
Durante una visita del máximo diplomático iraní a Islamabad a finales de enero, los dos países acordaron mejorar la cooperación política y de seguridad para enfrentar el terrorismo.
Asimismo, el presidente iraní ha insistido en recientes declaraciones en que la frontera entre Irán y Pakistán debe protegerse contra cualquier tipo de inseguridad.
“Irán cree que las fronteras son una oportunidad para los intercambios económicos y la promoción de la seguridad de los países vecinos”, subrayó el mandatario a finales de enero en una reunión con el embajador de Pakistán en Teherán, Muhamad Mudassir Tipu.
Raisi ha destacado también la importancia de contrarrestar estrictamente cualquier atmósfera negativa en las relaciones entre Teherán e Islamabad.
El pasado 17 de enero, Irán llevó a cabo un ataque con misiles contra el grupo terrorista Yeish al-Adl, con base en la región limítrofe con Pakistán, después de que advirtiera varias veces a Islamabad contra las actividades de esta banda armada que había socavado la seguridad del país persa, principalmente en las fronteras orientales.
La respuesta recíproca de Pakistán hizo que los dos países retirasen a sus embajadores, sin embargo, los vínculos volvieron a la normalidad cuando las partes optaron por resolver la disputa por vía diplomática.
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