En declaraciones durante el desfile militar de las Fuerzas Armadas de Irán para conmemorar el 43.º aniversario de la Semana de la Defensa Sagrada, celebrado este viernes en Teherán, capital iraní, Raisi ha afirmado que las Fuerzas Armadas son la esperanza para la nación iraní y la causa de la desesperación de los enemigos.
El mandatario iraní, tras recordar que el pueblo apoyaron a las Fuerzas Armadas durante la Defensa Sagrada (ocho años de la guerra impuesta por el exrégimen baasista iraquí contra la nación iraní desde 1980 hasta 1988), ha puesto de manifiesto que las Fuerzas Armadas iraníes es un factor de seguridad en la región y en el Golfo Pérsico.
“La presencia de nuestras fuerzas en la región del Golfo Pérsico es un factor de seguridad, a diferencia de las fuerzas extranjeras, cuya presencia es la preocupación más importante de los pueblos de la región”, ha puntualizado.
En otra parte de su discurso, el presidente de Irán ha considerado como “un paso positivo” el desarme de los grupos armados en las fronteras de Irán que ha iniciado el Gobierno iraquí.
“Ningún grupo armado cerca de la frontera de Irán tiene derecho a tener armas, y no permitiremos que ningún grupo separatista conspire contra Irán en puntos fronterizos o dentro de la región (del Kurdistán iraquí) o en cualquier otro lugar, por lo que es necesario garantizar el desarme completo de los grupos armados ilegales alrededor de la frontera”, ha recalcado el presidente iraní.
Refiriéndose a la alianza de las Fuerzas Armadas, Raisi ha destacado que los enemigos pensaban que Irán sería detenido por la imposición de las sanciones, pero las Fuerzas Armadas son un ejemplo y un símbolo del hecho de que las amenazas y las sanciones se han convertido en oportunidades.
El presidente, al considerar la confianza en sí mismo como una de las principales manifestaciones de la Defensa Sagrada, ha remarcado que muchas sanciones y amenazas no permitieron que las Fuerzas Armadas estuvieran equipadas con armas avanzadas y necesarias, sin embargo, ha proseguido, gracias a las directrices del Líder de la Revolución Islámica, las fuerzas iraníes fueron equipadas con armas avanzadas y las industrias militares y de defensa fueron reconstruidas.
En este mismo sentido, refiriéndose a la autosuficiencia de las Fuerzas Armadas en la industria militar y defensiva, el jefe del Ejecutivo iraní ha puesto de manifiesto que “Hemos pasado de ser un importador y almacenador de armas de extranjeros a ser un productor y exportador de armas”.
En cuanto al conflicto en Cáucaso entre Azerbaiyán y Armenia por Nagorno-Karabaj, tras realzar que las Fuerzas Armadas iraníes impidieron cualquier cambio geopolítico y fronterizo y lo lograron con éxito, Raisi ha anotado que “Karabaj pertenece a Azerbaiyán, pero enfatizamos que respetar los derechos de los armenios es una necesidad y que se deben preservar su seguridad y sus derechos y el estado de las fronteras”.
Respecto a la normalización de las relaciones con el régimen sionista de Israel y los acuerdos de Oslo, Camp David y Sharm el-Sheij no crean seguridad porque las naciones lo odian con todo su corazón, y si algunos gobiernos piensan que esta normalización es buena, no será así, y esto es una puñalada por la espalda para los grupos palestinos, quienes no perdonarán esta traición. “La solución a la cuestión palestina es que cada palestino vote y que el pueblo forme su propio gobierno”, ha reafirmado.
Además del presidente iraní, los comandantes de alto rango iraníes estaban presentes en el desfile conmemorativo de las Fuerzas Armadas celebrado cerca del mausoleo del fundador de la República Islámica de Irán, el Imam Jomeini (P), en el 43.º aniversario de la Semana de la Defensa Sagrada.
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