En una conversación telefónica con presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, el mandatario iraní, Seyed Ebrahim Raisi, dijo el viernes que varios problemas en el mundo islámico, especialmente la agresión y la profanación del régimen sionista contra la Mezquita Al-Aqsa, la Franja de Gaza y El Líbano, requieren que los países islámicos enfrenten estas acciones violentas a través de más consultas y cooperación.
Refiriéndose a la iniciativa presentada por Irán para celebrar una reunión urgente de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), Raisi afirmó que “mientras somos testigos de la inacción de la comunidad internacional frente a los crímenes y agresiones del régimen sionista, solo el mensaje decisivo de la unidad y la solidaridad de los musulmanes puede impedir la propagación de estas agresiones”.
Tras referirse a Kazajistán como vecino cercano y amigo de Irán, el mandatario iraní aseveró que en términos de transporte, Teherán es la mejor opción para el acceso rápido y el tránsito seguro de Kazajistán a aguas abiertas. Además, las altas capacidades del país persa en el campo de los servicios técnicos y de ingeniería, especialmente en el sector minero, pueden considerarse en la expansión de la cooperación entre los dos países.
Por su parte, Tokáyev indicó que estaba completamente de acuerdo con que los países musulmanes deben resolver los problemas del mundo islámico fortaleciendo la colaboración y las coordinaciones mutuas.
Calificando a Irán como un socio confiable, el presidente kazajo subrayó que los dos países tienen grandes capacidades para mejorar el nivel de cooperación. “Debemos utilizar todos nuestros esfuerzos para acelerar la implementación de acuerdos anteriores”, señaló al respecto.
Las tensiones en los territorios ocupados han aumentado, en especial, después de que en la semana pasada, las fuerzas israelíes, fuertemente armadas, allanaran dos veces la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds, hiriendo a decenas y arrestando a cientos de palestinos que rezaban en el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
Desde la ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania en 1697, incluida la zona del este de Al-Quds, el régimen de Israel, ha ido restringiendo, cada vez más, el derecho de los palestinos a rezar en la Mezquita Al-Aqsa y, por otro lado, proveen protección a los colonos que realizan rituales judíos en el sagrado recinto, pese a que según lo pactado, no tienen derecho a hacerlo.
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