El Consulado General de Irán en la ciudad de Karbala, situada en el centro de Irak, fue objetivo de una invasión perpetrada el domingo por una turba de insurgentes iraquíes, quienes prendieron fuego a las entradas del acceso de las instalaciones consulares.
Los manifestantes provocaron estos desperfectos en la representación diplomática persa en el contexto de los disturbios registrados tras el funeral de un activista iraquí asesinado recientemente.
El portavoz de la Cancilleria de Iran, Said Jatibzade, al respecto, ha denunciado este lunes, por un lado, este ataque producido contra la sede diplomática iraní y, por otro lado, ha instado al Gobierno iraquí a cumplir con sus obligaciones de proteger y salvaguardar no solo esta misión, sino que al resto de las delegaciones persas abiertas en el suelo iraquí, en el marco de la Convención de 1961.
“Condenamos enérgicamente el ataque a nuestra sede diplomática en Karbala y le instamos al Gobierno iraquí que cumpla con sus compromisos de proteger las sedes diplomáticas de Irán en el suelo iraquí”, ha aseverado el alto funcionario durante una rueda de prensa celebrada en Teherán, la capital iraní.
A su vez, ha agregado que el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Islámica presentó en la víspera una nota de protesta a la embajada de Irak en Teherán.
De acuerdo al jefe de la Policía de Karbala, Ahmed Zweni, la situación de seguridad en dicha ciudad ya “está bajo control total” después que las fuerzas seguridad iraquíes hayan restablecido los protocolos de protección necearía para el consulado iraní.
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