En una reunión mantenida este lunes con Muhamad bin Hamad Al Hayr, embajador de Catar en Irán, Mohamad Baqer Qalibaf se ha referido a la presencia ilegal de las tropas estadounidenses en la región de Asia Occidental y denunciado que, contrario a lo que dicen, su presencia nunca ha contribuido a la seguridad ni del Golfo Pérsico ni de cualquier otro lado del mundo.
Tal presencia, de acuerdo con el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), más bien ha escalado la inseguridad.
“Cada vez que países extranjeros, EE.UU. en concreto, han estado presentes en una región, la inseguridad ha aumentado”, ha recalcado Qalibaf en el encuentro sostenido en Teherán, capital iraní.
Qalibaf ha hecho notar que proveer seguridad al Golfo Pérsico es una cuestión que concierne únicamente a los países que comparten la región.
“Sin duda alguna, la seguridad de la región del Golfo Pérsico se materializará a través de la cooperación conjunta entre los países vecinos”, ha dicho el jefe del Poder Legislativo iraní.
Las partes han abordado temas de interés común y han abogado por aumentar lazos bilaterales entre Teherán y Doha, ambos blancos de bloqueos y sanciones.
El factor de las sanciones, no obstante, ha jugado en contra y ha acercado a estos dos países, pese a ciertas discrepancias sobre temas internacionales. El 5 de junio de 2017, Arabia Saudí, Baréin, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Egipto rompieron sus relaciones diplomáticas con Doha, e impusieron un boicot económico al pequeño emirato del Golfo Pérsico, tras acusarlo de fomentar el terrorismo, entre otros.
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