“Los países occidentales que suministran armas y bombas a las fuerzas invasoras son cómplices de Arabia Saudí y sus aliados en los crímenes que cometen en Yemen, y deben responder por sus actos ante el pueblo yemení y la comunidad internacional”, ha aseverado este viernes el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
El jueves, 30 personas, incluidos 20 niños y cinco mujeres, perdieron la vida como consecuencia de un nuevo bombardeo de Riad a un autobús que transportaba desplazados yemeníes en el barrio de Al-Duraihimi, en Al-Hudayda.
Esta matanza saudí se produjo a unos días de otro hecho similar, ha deplorado Qasemi, en referencia al ataque de Riad y sus aliados perpetrado el 9 de agosto contra la provincia Saada (noroccidente) que causó la muerte de al menos 40 niños yemeníes.
Los países occidentales que suministran armas y bombas a las fuerzas invasoras son cómplices de Arabia Saudí y sus aliados en los crímenes que cometen en Yemen, y deben responder por sus actos ante el pueblo yemení y la comunidad internacional”, ha señalado el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
La masacre de Saada, un acto sin precedentes desde el inicio de la guerra saudí contra su vecino sureño en marzo de 2015, fue catalogada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de “crimen de guerra” y suscitó la condena de numerosas organizaciones internacionales, en particular del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
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