El Mossad presentó una serie de informaciones que llevó al arresto en el territorio alemán de un empleado de la embajada iraní en Austria, acusado de estar implicado en un supuesto intento fallido de llevar a cabo un atentado contra una reunión del grupo terrorista Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés) en París (capital francesa).
El jueves por la noche, el Canal 2 israelí reveló la encubierta colaboración entre Israel, Alemania, Francia y Bélgica en la detención del diplomático persa, sin presentar más detalles sobre el origen de los datos presentados por el Mossad, o su autenticidad.
El Gobierno iraní rechazó enérgicamente la implicación del diplomático persa en el frustrado ataque del pasado 30 de junio, y aseguró que el plan era “un complot urdido en línea con los intereses de EE.UU. e Israel, que tenía por meta socavar las relaciones Irán-Europa”, especialmente en momentos en que el presidente iraní, Hasan Rohani, se encontraba de visita oficial en Suiza y Austria.
El vicecanciller de Irán para Asuntos Políticos, Seyed Abás Araqchi, dijo a principios de este mes que los documentos existentes revelan la implicación directa del grupo terrorista MKO en este “show ridículo”.
Teherán convocó el día 3 de julio a los embajadores francés y belga, así como al encargado de negocios alemán, para protestar por el arresto del diplomático persa. Además, denunció a Francia “por el apoyo que brinda a las actividades del grupo terrorista Muyahidín Jalq”.
Durante varios años, la Organización MKO fue catalogada como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, pero no desde 2012. De los casi 17 000 iraníes muertos en ataques terroristas sufridos desde la victoria de la Revolución Islámica, en 1979, cerca de 12 000 han sido víctimas de los actos de este grupúsculo extremista.
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