“Amenazas y uso de la fuerza militar y un lenguaje de fuerza contra los pequeños países vecinos, los irrefutables crímenes de guerra en Yemen y la promoción del extremismo y el terrorismo takfirí, son algunos de los rasgos obvios de la política exterior de Arabia Saudí en los últimos años”, ha indicado este sábado el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Bahram Qasemi.
Con estas palabras, el funcionario iraní ha respondido a las recientes declaraciones del ministro saudí de Asuntos Exteriores, Adel al-Yubeir, en las que acusa a Irán de “apoyar el terrorismo, desestabilizar la región e inmiscuirse en los asuntos internos de otros países vecinos”.
Qasemi ha apuntado que cada vez que los funcionarios saudíes son objeto de presiones y críticas de la opinión pública mundial por su campaña militar contra Yemen y sus apoyos al extremismo, recurren a acusaciones “ridículas y repetitivas” contra Teherán.
Amenazas y uso de la fuerza militar y un lenguaje de fuerza contra los pequeños países vecinos, los irrefutables crímenes de guerra en Yemen y la promoción del extremismo y el terrorismo takfirí, son algunos de los rasgos obvios de la política exterior de Arabia Saudí en los últimos años”, ha afirmado el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Bahram Qasemi.
De hecho, el vocero iraní recalca que el régimen de Riad no tiene otra opción que echarle la culpa a otros para distraer a la opinión pública de la realidad y tapar sus crímenes. “Tales métodos fallan”, ha asegurado, según recoge la agencia oficial iraní IRNA.
“Sorprendentemente, Riad, que tiene un largo historial de propagación del terrorismo y la violencia, con tal descaro pone condiciones a la presencia activa de Irán en la comunidad internacional”, ha denunciado Qasemi.
El miércoles, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) incluyó en su lista negra a Arabia Saudí y sus aliados por haber matado y mutilado a 683 niños yemeníes el año pasado en la agresión que continúa ejecutando contra Yemen desde el marzo de 2015.
El régimen de los Al Saud también es acusado de manera frecuente por las autoridades de Damasco de brindar todo tipo de apoyo a las bandas armadas y radicales que luchan en Siria desde el estallido del conflicto en ese país árabe en 2011.
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