El comunicado firmado por 203 legisladores iraníes apuntó que los musulmanes y la gente oprimida de Baréin han sufrido mucho por el comportamiento hostil, vengativo e inhumano del régimen de Manama.
La misiva mencionó que los bareiníes han luchado contra el “régimen tiránico” con paciencia mientras los entes internacionales han mantenido el silencio y han rehusado llevar a cabo un acto decisivo contra esta opresión.
(Los parlamentarios iraníes) consideran este tema como una gran desgracia histórica para los organismos internacionales y los llamados defensores de los derechos humanos, así como EE.UU., Arabia Saudí y el régimen de Al Jalifa”, dice un comunicado del Parlamento de Irán (Mayles).
Además, los diputados de la República Islámica de Irán expresaron su condena por la medida del Gobierno bareiní de revocar la ciudadanía del prominente clérigo chií, el sheij Isa Ahmad Qasem, y por el hecho de cometer otros cientos de crímenes, incluyendo la encarcelación de niños y mujeres.
La nota reprocha, asimismo, la detención de numerosos líderes políticos y religiosos, subrayando que las movilizaciones del Gobierno de Baréin contra su propia nación muestran la imbecilidad de Al Jalifa.
Para acabar, aseguraron que “consideran este tema como una gran desgracia histórica para los organismos internacionales y los llamados defensores de los derechos humanos, así como EE.UU., Arabia Saudí y el régimen de Al Jalifa”.
Recientemente, el régimen de Al Jalifa ha incrementado la nueva ola de represiones contra los ulemas y los activistas de los derechos civiles y humanos, así como contra cualquier ciudadano que pida reformas en el país.
La tensa situación que se vive en Baréin desde el 2011 se ha intensificado recientemente contra los periodistas. En 2016, Baréin se ha colocado en el puesto 162 entre los 180 países que engrosan la lista, en materia de libertad de prensa, según la última clasificación de Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Las fuerzas de seguridad bareiníes usan el respaldo de las tropas saudíes y emiratíes desplegadas en el pequeño país del Golfo Pérsico para ejercer sus represiones.
Un reciente informe de la página Web Al-Monitor, citando a lobbies estadounidenses, reveló que Baréin gastó más de $ 855.000 en 2015 para que el Gobierno de EE.UU. mantenga silencio ante la masiva represión popular en el reino árabe.
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