Miles de peruanos nuevamente salieron a las calles de Lima, la capital, en rechazo a la presidenta Dina Boluarte, en medio de la peor ola de protestas en al menos dos décadas en el país andino, y enfrenamientos con la Policía, con un saldo de decenas de muertos. Los manifestantes exigen la renuncia de Boluarte, nuevas elecciones anticipadas y el cierre del Congreso.
Las marchas se realizan mientras la escasez de productos básicos, incluidos combustible y alimentos y que registran inminentes aumentos desde el miércoles.
Decenas de bloqueos de carreteras impiden las entregas de carga al sur del país, donde las protestas han sido más intensas. En Puno, la ciudad que ha albergado la peor violencia desde el 7 de diciembre, los precios de alimentos básicos como papas y tomates se han triplicado.
Las protestas, que estallaron tras la destitución, a principios de diciembre, de Pedro Castillo, se han vuelto violentas en repetidas ocasiones, con unos de 60 muertos en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, estos últimos aseguran que seguirán con las acciones de calle hasta que renuncie el gobierno de Dina Boluarte.
En medio de este panorama, Boluarte dijo en una reunión de la Organización de Estados Americanos el miércoles que no cederá ante los manifestantes, muchos de los cuales son de regiones indígenas y rurales.
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