El presidente de Perú, Pedro Castillo, acudió el jueves a la sede del Ministerio Público en Lima, la capital, para declarar ante la fiscal general del país, Patricia Benavides, quien lo había citado por supuestos ascensos irregulares en las Fuerzas Armadas, en el marco de las cinco investigaciones que están abiertas en contra del mandatario.
“Respaldo a mis abogados defensores respecto a que tengo derecho a declarar en Palacio de Gobierno, sin embargo, les he pedido que me acompañen a la Fiscalía para defender mi inocencia y colaborar siempre con la justicia”, afirmó Castillo al respecto.
Durante la sesión, tal como puso de manifiesto Petro, había garantizado ante la fiscal que no formaba parte “de ninguna red criminal” y que demostraría su inocencia “en cualquier espacio, aquí, allá y donde sea”. “Yo no he cometido nada, a nadie he robado, a nadie he matado”, agregó en un tuit emitido la misma jornada.
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Según afirmó Benji Espinosa, abogado de Castillo, este último apeló a su derecho constitucional de abstenerse de responder a las preguntas de la fiscal luego de defender su inocencia. “El presidente ha negado los cargos, ha ratificado su inocencia y luego ha señalado que, más adelante, cuando se le convoque, va a declarar”, aseguró Espinoza.
El otrora líder sindical cumplió un año en la Presidencia, a finales de julio, y se ha mantenido al frente del Gobierno en medio de denuncias de presunta corrupción, rupturas políticas, pedidos de renuncia o destitución.
Además, Castillo se ha convertido en el primer presidente de la historia de Perú en ser investigado durante su mandato.
Castillo una y otra vez ha rechazado dichas acusaciones considerándolas como antidemocráticas y parte de los intentos por manchar su reputación. Es más, el jefe del Estado ha censurado la actitud hostil del Congreso hacia los ministros de su gabinete.
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