Los ciudadanos se unieron no solo en la reclamación de una vivienda digna sino contra carencias básicas como el agua potable, medicamentos o educación de calidad.
77 años tras la Declaración Universal de los Derechos Humanos se cumplen este miércoles 10 de diciembre y en Panamá los miembros de la Coordinadora Victoriano Lorenzo, que agrupa a decenas de comunidades espontáneas que luchan por el acceso a una vivienda digna, salieron a las calles para exigir el respeto de un principio fundamental que consideran violentado en su tierra.
Estas comunidades ejemplifican la creciente desigualdad en el país del Canal, donde el acceso a servicios básicos como agua potable, medicamentos, vivienda digna o educación de calidad, no se encuentran al alcance de un amplio sector de la población.
El Panorama Social 2025 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe así lo sustenta en su reciente publicación que coloca a Panamá como el segundo país más desigual del continente y el décimo en el planeta, donde la pobreza y la pobreza extrema se incrementan a pesar de las expectativas de crecimiento económico que para este año se estiman en un 3.5 % en el Producto Interno Bruto.
John Alonso, Ciudad de Panamá.
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