Un militar israelí que participó en guerra contra la Franja de Gaza declaró a la cadena CNN que el objetivo de “destruir por completo a HAMAS” no es alcanzable en el actual conflicto.
El soldado, que sirvió en la Franja de Gaza, calificó de “impactante” la situación y sostuvo que la decisión de ocupar Gaza equivale a una “sentencia de muerte” para los retenidos israelíes en manos del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
En la misma línea, el exjefe del estado mayor del ejército sionista, Dan Halutz, advirtió en declaraciones a CNN que “no todos los reservistas responderán a la convocatoria para entrar en Gaza” y que los planes de ofensiva “carecen de lógica”.
Por su parte, el portavoz militar israelí confirmó que las fuerzas se encuentran desplegadas alrededor de la ciudad de Gaza en el marco de la operación “Carros de Gedeón 2”, con ataques intensificados contra los combatientes de HAMAS.
El ministro de asuntos militares del régimen sionista, Israel Katz, aprobó el plan elaborado por el jefe del estado mayor, Eyal Zamir, al que describió como la continuación de la primera fase de la ofensiva, que según él permitió al ejército controlar el 75 % de la Franja. Katz alegó que la nueva etapa busca “derrotar a HAMAS, liberar a los cautivos, desarmar a la Resistencia y garantizar la seguridad de las colonias israelíes”.
Sin embargo, encuestas locales revelan que el 71 % de la población israelí exige un acuerdo con HAMAS para liberar a los prisioneros y poner fin a la guerra. Analistas advierten que la ofensiva en la ciudad de Gaza podría convertirse en un “nuevo Vietnam” para el régimen, tal como ocurrió con la guerra de Afganistán para Estados Unidos.
Desde que Israel comenzó su guerra genocida contra Gaza, el régimen ha asesinado a casi 62 122 palestinos y herido a 156 758, la mayoría de ellos niños y mujeres.
Asimismo, la hambruna impuesta por Israel a la zona ha quitado la vida a 266 palestinos, incluidos 122 niños.
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