Tras 10 horas de intensas discusiones, el Consejo Ministerial israelí aprobó la propuesta del primer ministro Benjamin Netanyahu para ocupar la Franja de Gaza. El plan contempla derrotar a Hamás, desarmar completamente el enclave, mantener un control de seguridad israelí y establecer una administración civil que no sea ni HAMAS ni la Autoridad Palestina.
Según medios israelíes, la operación se desarrollará en tres fases: una primera etapa de ingreso de ayuda humanitaria, el traslado forzado de residentes hacia el sur y el centro de Gaza, y finalmente el cerco y control total de la Ciudad de Gaza. Sin embargo, el jefe del Estado Mayor y altos mandos militares alertan que esta ocupación podría durar hasta dos años y desatar un desastre humanitario, poniendo en riesgo a los rehenes israelíes.
En la reunión, las tensiones fueron evidentes: el ministro Gadi Zamir advirtió que no hay forma de garantizar la seguridad de los secuestrados y denunció el deterioro de las fuerzas y el equipo militar. Netanyahu insistió en que la operación es irreversible, aunque dejó abierta la posibilidad de detenerla si Hamás acepta las condiciones de Israel. Ministros como Itamar Ben-Gvir pidieron continuar “hasta el final”
Aquí, en un momento donde la guerra ya ha cobrado miles de vidas y la crisis humanitaria en Gaza se agrava, el gabinete israelí se prepara para una ocupación completa de la Franja de Gaza, pese a las advertencias de su propio ejército. Una decisión que podría marcar un nuevo y más peligroso capítulo en este conflicto
Huda Hegazi, Gaza.
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