Según fuentes locales, el niño de apenas unas semanas, Yahya al-Najjar, murió de hambre el sábado en el hospital Al-Nasser de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza.
Periodistas de todo el mundo compartieron imágenes desgarradoras de la víctima, que lo mostraban tendido sin vida en la cama del hospital, con su cuerpo con signos claramente visibles de desnutrición extrema.
“Este es el bebé Yahya Al-Najjar, y la hambruna israelí acaba de matarlo en Jan Yunis”, escribió el periodista, Ahmed al-Najjar, en su cuenta de la red social X.
“Gritamos, nuestros hijos lloran al mundo, pero no hay respuesta”, añadió.
“¡2,3 millones están en camino si no se permite la entrada de alimentos a la Franja de Gaza bloqueada y devastada por la guerra!”, aseveró Motasem A Dalloul, otro periodista que informa desde el territorio.
Un bloguero pro palestino denunció que el bebé “sólo necesitaba un sorbo de leche para sobrevivir”.
La víctima mortal se encontraba entre los aproximadamente 116 palestinos que murieron en todo el territorio como consecuencia de la brutalidad israelí el sábado.
Hasta 38 de las muertes se produjeron como resultado de los ataques del régimen sionista contra quienes se habían apiñado en torno a los llamados centros de distribución de alimentos, respaldados por Estados Unidos e Israel, en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza.
Los centros han sido denunciados por servir, más bien, como “trampas mortales” para los gazatíes, miles de los cuales están al borde de una hambruna catastrófica, según Naciones Unidas.
La hambruna masiva provocó por el endurecimiento del asedio a Gaza por parte del régimen israelí, que comenzó en 2007 y llegó a niveles insoportables.
Las restricciones han reducido el consumo de alimentos en Gaza a casi cero, obligando a los palestinos a agolparse en los centros de distribución, donde la agresión israelí es habitual.
La situación general ha suscitado fuertes críticas contra el régimen de Tel Aviv por utilizar la hambruna como “arma de guerra” durante el genocidio.
Desde su inicio en octubre de 2023, la guerra ya se ha cobrado la vida de más de 58 700 palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
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