El relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, ha afirmado que “Israel ha bloqueado, restringido o atacado deliberadamente los convoyes de ayuda humanitaria”, denunciando que “ahora, lo que estamos presenciando es la fase más peligrosa de la campaña de hambruna”, cuyos efectos continuarán durante generaciones.
En un comunicado de prensa este jueves, el funcionario de la ONU ha destacado que lo que está sucediendo en la Franja de Gaza es “genocidio, hambruna, un crimen de lesa humanidad y una grave violación de los derechos humanos”.
Fakhri ha explicado que lo que presenció durante los últimos meses de guerra revela claramente el plan de Israel para la Franja de Gaza.
“El plan de Israel siempre ha sido infligir el mayor daño y destrucción posibles, y causar el mayor número de víctimas, para lograr su objetivo principal de ocupar y anexar toda Gaza”, ha detallado.
Fakhri ha recalcado la importancia de no olvidar que Israel anunció su intención de usar la hambruna como arma el 9 de octubre de 2023, tres días después de lanzar la guerra contra la Franja de Gaza.
“Fuimos de los primeros en exponer la hambruna resultante de la campaña israelí de inanición. La Corte Internacional de Justicia reconoció el riesgo de genocidio, y la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra (el premier israelí Benjamín) Netanyahu y el exministro de defensa Yoav Gallant; entre los cargos contra ellos, se encuentra el uso de la inanición como arma de guerra”, ha agregado.
Ha señalado que recientemente Israel ha permitido el ingreso de un número muy reducido de camiones de ayuda, “pero no satisfacían las necesidades de la población”.
El relator de la ONU ha subrayado la necesidad de que se otorgue un permiso “urgente” para que los convoyes de ayuda humanitaria entren en Gaza, diciendo que “esto es lo que debe suceder, y debe suceder ahora”.
Con el apoyo de Estados Unidos, el ejército israelí lleva a cabo desde octubre de 2023 una campaña de genocidio en Gaza, que ha dejado 54 249 muertos y 123 492 heridos (la mayoría niños y mujeres) y más de 11 000 desaparecidos.
El régimen de ocupación israelí volvió a bloquear toda entrada de ayuda humanitaria a Gaza a principios de marzo y se negó a avanzar hacia la segunda fase de un acuerdo de alto el fuego. Desde entonces, la ONU y organizaciones humanitarias de todo el mundo han afirmado que en el enclave se está produciendo una hambruna mortífera.
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