Los israelíes que entraron a primeras horas de este miércoles en la Mezquita al-Aqsa —de modo similar a la incursión del martes— tomaron por la fuerza a los palestinos que se encontraban en el recinto y los obligaron a salir, lo que ha supuesto que tuvieran que realizar sus oraciones fuera de la mezquita.
Esta incursión y expulsión forzosa de los palestinos ocurre en el tercer día de la fiesta judía israelí conocida como Sucot. Por este motivo, según esperan las autoridades del régimen de Tel Aviv, cientos de colonos israelíes más podrían invadir este terreno, considerado como el tercer lugar más sagrado del Islam.
De acuerdo con la cadena iraní de habla inglesa Press TV, el régimen de Israel movilizó a sus fuerzas en esta zona al comienzo de esas celebraciones judías, provocando enfrentamientos con los palestinos.
Estas confrontaciones, en absoluto extraordinarias, siguen a una violenta ola de ataques por parte de soldados y colonos israelíes contra fieles palestinos, en ese mismo recinto, facilitada por la movilización de las fuerzas de guerra israelíes con motivo de la celebración del año nuevo judío, a principios de este mes.
Ha sido mayormente durante los últimos dos meses que Israel ha impedido, de manera intermitente, la presencia musulmana en el complejo para visitarlo funcionarios y colonos israelíes. Los palestinos denuncian en ello una estrategia para determinar horas de visita para los israelíes, libres de presencia musulmana.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) repudió el martes el uso de “fuerza excesiva” por parte de las fuerzas del régimen israelí durante los recientes choques con palestinos en Jerusalén y en la ocupada Cisjordania.
Por otra parte, la policía israelí ha detenido a cerca de 200 personas en los últimos 15 días por participar en protestas en Jerusalén, tanto en la Mezquita Al-Aqsa como en varias partes de Cisjordania. Los palestinos protestan por las irrupciones de colonos israelíes en el lugar santo.
Desde la celebración del año nuevo judío —que comenzó el día 13 de este mes— “174 sospechosos han sido detenidos por perturbación del orden”, ha corroborado este miércoles la portavoz policial Luba Smari.
Estos acontecimientos, que no parece que vayan a decrecer sino todo lo contrario, han hecho crecer los temores a un incremento de la violencia y han suscitado llamamientos internacionales a la calma.
Aún se les sigue prohibiendo a palestinos menores de 50 entrar en el recinto que los israelíes pretenden judaizar, eliminando su carácter musulmán, según alerta el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), entre otros. Jordania ha advertido del futuro de sus relaciones con Israel si no cesan estos ataques y Egipto ha exhortado a que este régimen no cruce las líneas rojas.
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