“Tememos que esta situación ya catastrófica pueda hundirse aún más en el abismo mientras muchos palestinos marcan el mes sagrado de Ramadán (…) si Israel lance la ofensiva militar con la que ha amenazado a Rafah [sur de Gaza], donde hay 1,5 millones de desplazados en unas condiciones deplorables e infrahumanas”, ha reiterado este viernes el portavoz de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Jeremy Laurence.
Asimismo, ha destacado que cualquier ofensiva a Rafah podrá estallar una pérdida masiva de vidas de civiles y el riesgo de nuevos crímenes brutales. “No se debe permitir que esto suceda”, ha resaltado.
También, Laurence ha exigido que la matanza de los civiles y las destrucciones deban cesar.
Igualmente, el alto funcionario de la ONU ha instado al régimen de Israel, como potencia ocupante, a cumplir plenamente con sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario y a garantizar que el pueblo gazatí tenga acceso a “asistencia humanitaria crítica para salvar la vida”.
Laurence ha expresado sus preocupaciones por nuevas restricciones israelíes al acceso de los palestinos al este de Al-Quds (Jerusalén) y a la Mezquita de Al-Aqsa durante el mes sagrado de ayuno de Ramadán que comenzará en los próximos días, citando que las medidas “podrían inflamar aún más las tensiones”.
Los violadores de los derechos humanos deben rendir cuentas
Además, ha advertido de que quienes violan el derecho internacional, que protege los derechos humanos y rige la conducta de las hostilidades, deben rendir cuentas.
El portavoz ha alarmado que todas las partes firmantes de los cuatro Convenios de Ginebra “no deben, a través de sus propias políticas o acciones, facilitar la comisión de violaciones del derecho humanitario”.
En las últimas semanas, Israel ha declarado en reiteradas situaciones que llevará a cabo una ofensiva contra Rafah justo en el inicio de la conmemoración islámica del Ramadán.
Los bombardeos indiscriminados y la ofensiva terrestre del ejército de ocupación contra el sitiado enclave costero han dejado un saldo fatal de más de 30 800 civiles y más de 72 000 heridos, según el balance de las autoridades sanitarias de Gaza.
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