El Ministerio de Salud palestino anunció que más de 200 personas, en su mayoría niños y mujeres, murieron el sábado en dos ataques israelí contra escuelas que albergaban a desplazados en un campo de refugiados gestionado por la ONU en la asediada Franja de Gaza. En reacción, varios funcionarios del organismo condenaron la agresión mortal.
A su vez, Arabia saudí condenó en los términos más enérgicos el flagrante bombardeo de la escuela.
La Cancillería de Egipto, también en un comunicado, señaló al bombardeo como un crimen de guerra que requiere investigación y castigo de sus autores. Desde España, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, pide medidas ante esta masacre israelí de palestinos.
Desde el inicio de la invasión aérea y terrestre de la entidad sionista el 7 de octubre, que ha dejado hasta el momento más de 12 mil muertos, se escuchan condenas internacionales a tales crímenes contra los gazatíes, sin embargo, el régimen de Tel Aviv hace oídos sordos ante todos.
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