En una entrevista concedida el viernes al canal de televisión catarí Al Jazeera, Muhamad Sinwar, un alto comandante de las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, brazo militar del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), hizo alusión a la operación palestina, denominada ‘Espada de Al-Quds’ (Jerusalén), puesta en marcha para neutralizar los ataques del régimen israelí en mayo pasado, y aseguró que la decisión de disparar cohetes contra Tel Aviv había sido más fácil que beber agua.
El alto militar subrayó que la Espada de Al-Quds asestó el mayor golpe al enemigo sionista y destrozó “el centro de la represión y la quibla de la normalización de relaciones”.
El objetivo de la operación, agregó Sinwar, fue capturar a los militares israelíes, para luego obligar a las autoridades del régimen a firmar un acuerdo de intercambio de prisioneros.
Además, lamentó que 18 combatientes palestinos hubieran perdido la vida durante la fase final de la Espada de Al-Quds.
En medio de todo esto, los israelíes se preparan para la marcha de las banderas, evento que los colonos extremistas aprovechan para celebrar la invasión de Jerusalén, Al-Quds, en 1967. Los palestinos también llaman a la comunidad internacional a poner fin a esta provocación y otras atrocidades israelíes.
Ante la alarmante situación en Al-Quds y la advertencia desde Gaza, el régimen de Tel Aviv está reforzando la seguridad en la zona trazada para la marcha.
¿Cuándo tuvo lugar la operación Espada de Al-Quds?
El 10 de mayo, el mundo atestiguó una virulenta escalada de violencia del régimen de Israel contra los palestinos en Gaza. Conforme al Ministerio gazatí de Salud, en esta ofensiva, 260 palestinos, entre ellos 66 niños y 40 mujeres, perdieron la vida.
No obstante, la Resistencia palestina dio una lección inolvidable, al lanzar miles de cohetes y misiles que obligaron a Israel a declarar, el 21 de mayo, que su gabinete había aceptado un cese del fuego “sin condiciones” con los grupos de la Resistencia palestinos en el enclave de Gaza, por mediación de Egipto.
Según la Resistencia palestina, ese paso de Israel se tradujo en “admitir el fracaso y huir del campo de batalla”, donde fue humillado por los grupos palestinos más unidos que nunca.
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