En un encuentro celebrado a puerta cerrada con las autoridades israelíes, Eizenkot confirmó que las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), lograron hacerse con equipamientos de Israel durante una fallida operación de las fuerzas de ocupación en la ciudad gazatí de Jan Yunis, según ha informado este martes la cadena israelí de televisión Kan.
Una unidad de las fuerzas especiales israelíes intentó infiltrarse, el 11 de noviembre de 2018, en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la asediada Franja de Gaza, en unos automóviles civiles, para llevar a cabo una operación encubierta.
Sin embargo, al enfrentarse a un contrataque palestino, las fuerzas israelíes se vieron obligadas a batirse en retirada de forma apresurada y dejar tras de sí los equipamientos que llevaban consigo, convocando después ataques aéreos para que les cubrieran y apoyos de la Unidad 669 de búsqueda y rescate de élite para evacuarlos de la zona en un helicóptero.
Eizenkot reveló, sin embargo, que las fuerzas palestinas lograron hacerse con documentación de vital importancia que se hallaba en los vehículos abandonados, a pesar de que los aviones israelíes intentaron destruir dichos automóviles tras el fracaso de la operación.
Los aviones de combate bombardearon deliberadamente los vehículos para impedir que HAMAS tuviera acceso a los equipamientos y documentos, pero lograron hacerse con ellos”, indicó el exjefe del estado mayor de Israel Gadi Eizenkot.
“Los aviones de combate bombardearon deliberadamente los vehículos para impedir que HAMAS tuviera acceso a los equipamientos y documentos, pero lograron hacerse con ellos”, indicó el general israelí.
El tiroteo ocurrido entre las fuerzas israelíes y HAMAS durante la referida operación se cobró la vida del comandante de las fuerzas especiales israelíes y seis fuerzas palestinas, incluido un comandante militar local del movimiento.
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La abortada misión israelí provocó, además, el peor estallido de violencia desde la agresión de 2014 del régimen al enclave costero. El ataque fue seguido por una ola de ataques aéreos israelíes en toda la Franja de Gaza, que recibieron una respuesta dura por parte de HAMAS y otras facciones de la resistencia palestina.
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Más tarde, en el mes de febrero, el comandante de la unidad de élite del régimen israelí Sayeret Matkal renunció repentinamente a su cargo, quizá por la citada fallida operación.
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