Publicada: jueves, 31 de julio de 2025 6:52

El grupo terrorista “Yeish al-Adl”, vinculado a la CIA y Mossad, ha intensificado sus ataques en Irán, buscando desestabilizar la región y promover agendas extranjeras.

Por: Yousef Ramazani

El jefe del Poder Judicial de Irán, Qholamhosein Mohseni Eyei, condenó el lunes el atentado terrorista ocurrido en un tribunal del sureste de Irán, perpetrado por el grupo terrorista Yeish al-Adl, afirmando que tales actos de violencia son “sin lugar a dudas orquestados por Estados Unidos”.

“El criminal Estados Unidos es la causa principal de estos crímenes terroristas, al igual que patrocina las atrocidades sionistas en Gaza y la inestabilidad global”, dijo Eyei mientras expresaba sus condolencias a las familias de las seis víctimas.

El más reciente ataque terrorista en Zahedan, la capital de la provincia de Sistán y Baluchistán, resultó en importantes bajas, con al menos seis muertos y 22 heridos.

Las fuerzas de seguridad iraníes respondieron rápidamente al ataque que ocurrió el sábado por la tarde, neutralizando a tres terroristas fuertemente armados vinculados al grupo terrorista Yeish al-Adl.

La provincia de Sistán y Baluchistán, un frecuente objetivo del terrorismo, limita con Pakistán y ha sufrido repetidos asaltos a civiles y personal de seguridad.

El ataque terrorista más reciente ocurrió semanas después de la agresión israelí-estadounidense contra la República Islámica, la cual fracasó en sus objetivos, ya que la nación iraní se levantó con valentía y unidad.

Los expertos creen que el ataque terrorista del sábado es una continuación de esa misma agresión a través de un grupo terrorista que actúa como proxy de Washington y Tel Aviv.

Orígenes y liderazgo de Yeish al-Adl

El denominado Yeish al-Adl surgió en 2012 de los remanentes de Yundaolá, un grupo terrorista con sede en Pakistán que fue desmantelado por las fuerzas de seguridad iraníes tras la captura y ejecución de su notorio líder, Abdolmalek Rigui, en junio de 2010.

Rigui, el arquitecto de numerosos ataques terroristas mortales en Irán, fue capturado en febrero de 2010 durante un vuelo de Dubái a Kirguistán y posteriormente ejecutado en la prisión de Evin.

Las autoridades judiciales iraníes indicaron que era responsable de la muerte de al menos 154 oficiales de seguridad y civiles desde 2003, y mantenía vínculos con servicios de inteligencia extranjeros.

El grupo terrorista se reestructuró para distanciarse de Yundalá mientras continuaba con su insurgencia. Su ideología mezcla el nacionalismo baluchi con el takfirismo salafista.

Yeish al-Adl afirma buscar “independencia” para la provincia de Sistán y Baluchistán, aunque sus operaciones reales apuntan principalmente a civiles y estaciones de policía para crear caos e inestabilidad.

El grupo terrorista emplea emboscadas, dispositivos explosivos improvisados (IED) y asaltos transfronterizos, aprovechando el terreno accidentado. Está clasificado como organización terrorista por Irán, EE.UU., China, Pakistán, Japón, Nueva Zelanda y Rusia.

El ethos violento del grupo está simbolizado por su insignia verde con un rifle de asalto. Aunque gran parte del liderazgo de Yeish al-Adl sigue siendo oscuro, se han identificado dos figuras clave.

La primera es Salahuddin Faruqui, el líder operativo del grupo, con fuertes vínculos tribales con los militantes baluches de la provincia de Baluchistán, Pakistán. Ha abogado públicamente por la fragmentación de Irán y apoyado la participación militar israelí-estadounidense en Siria y otros estados de la región.

El segundo es Mulla Omar Darajshan, el adjunto de Faruqui y hermano del fallecido Mulla Mauluk Darajshan, fundador de la milicia anti-chií Sipah-e Rasul Allah en la década de 1990, que colaboraba con grupos extremistas con sede en Pakistán.

Faruqui lideró el grupo hasta su muerte en una operación conjunta Pakistán-Irán el 5 de noviembre de 2024. El liderazgo actual sigue sin estar claro, ya que el segundo y tercer al mando también fueron abatidos en esa incursión.

Campaña de terror de Yeish al-Adl en Irán

El grupo terrorista Yeish al-Adl, con sede en Pakistán, ha llevado a cabo numerosos ataques en la provincia iraní de Sistán y Baluchistán, asumiendo la responsabilidad de forma constante a través de sus canales en redes sociales.

La violenta campaña del grupo incluye:

  • Agosto de 2012: 10 miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) muertos.
  • Octubre de 2013: 14 guardias fronterizos martirizados en Saravan.
  • Noviembre de 2013: Fiscal asesinado en Zabol + 14 policías fronterizos muertos.
  • Febrero de 2014: 5 policías secuestrados.
  • Abril de 2015: 8 guardias fronterizos muertos en ataque transfronterizo.
  • Abril de 2017: 9 guardias fronterizos emboscados.
  • Octubre de 2018: 12 oficiales de seguridad secuestrados (9 liberados luego).
  • Diciembre de 2019: Atentado suicida en Chabahar (2 policías muertos, 40 heridos).
  • Febrero de 2019: Bombardeo de autobús que mata a 27 oficiales del CGRI.
  • Octubre de 2023: 10 oficiales de la policía iraní muertos en el condado de Taftan.
  • Diciembre de 2023: Ataque a una estación de policía que martiriza a 11 oficiales.
  • Septiembre de 2024: Emboscada en Miryaveh, matando a tres soldados de la Guardia Fronteriza de Irán.
  • Noviembre de 2024: Ataque con dispositivo explosivo que hiere a cuatro oficiales en Qasre Qand.

Irán ha instado repetidamente a Pakistán a tomar medidas contra el grupo terrorista que opera desde su territorio, especialmente después de una serie de ataques transfronterizos y secuestros.

El atentado con bomba en autobús de febrero de 2019, uno de los más mortales, provocó una condena particularmente fuerte por parte de las autoridades iraníes.

Una herramienta de las agencias de inteligencia occidentales

Fuentes de inteligencia iraníes confirman que el grupo terrorista Yeish al-Adl recibe un sustancial apoyo financiero y militar por parte del régimen israelí, Estados Unidos y otras naciones occidentales para llevar a cabo actos de agresión en suelo iraní con el fin de fomentar la inestabilidad e inseguridad.

Irónicamente, a pesar de ser respaldado por estos estados, Yeish al-Adl sigue siendo designado como una organización terrorista por Estados Unidos y algunos de sus aliados, como Japón y Nueva Zelanda.

Su relación con actores extranjeros revela una clara alineación con los intereses occidentales y sionistas. Los objetivos declarados del grupo incluyen derrocar al gobierno de Irán y desestabilizar la región.

El grupo apoya consistentemente las agendas sionistas, incluida la fragmentación de Sudán, mientras evita criticar al régimen israelí o a Estados Unidos. Su financiación proviene del apoyo de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EE.UU.) y el Mossad (servicio de espionaje del régimen israelí), así como del narcotráfico.

Las principales potencias, particularmente Estados Unidos, apoyan instrumentalmente a tales grupos extremistas mientras mantienen estándares dobles, según fuentes informadas. Los sitios web takfiríes alojados en servidores estadounidenses promueven la violencia contra musulmanes, pero se cierran si atacan a occidentales.

“Esto refleja una estrategia colonial de intervención indirecta: avivar los conflictos musulmanes mientras se evita la participación directa. La condena occidental al terrorismo nunca llega a prohibir los medios de comunicación takfiríess que incitan a la violencia”, indicó una fuente que ha investigado el fenómeno del takfirismo.

Yeish al-Adl representa una facción extremista salafista-wahabí, que apoya activamente a los terroristas sirios. Para Estados Unidos, tales grupos sirven a múltiples propósitos: mantener su influencia, promover la islamofobia a través de los medios, distraer de los problemas internos y explotar las capacidades militantes.

Estos terroristas convenientemente promueven los intereses americano-sionistas en varios frentes —desde Kirguistán hasta Siria— mediante violencia, masacres y creación de inestabilidad bajo la fachada de la yihad.

El futuro del grupo, según analistas de seguridad, depende del continuo apoyo externo y el valor estratégico que los extremistas proporcionan a las potencias occidentales que buscan desestabilizar la región.

Sus actividades se alinean perfectamente con los objetivos de debilitar a Irán y mantener el control a través de conflictos manufacturados entre sectas musulmanas.

En 2008, el exjefe del ejército paquistaní, Mirza Aslam Baig, expuso el apoyo estadounidense a Yundolá (el predecesor de Yeish al-Adl), incluyendo entrenamiento militar para los insurgentes, apoyo financiero para desestabilizar Irán e intentos deliberados de tensar las relaciones Irán-Pakistán.

El grupo mantiene vínculos bien documentados con Daesh y Al-Qaeda, compartiendo características como la ideología extremista takfirí, la orientación antiraní y métodos operativos comunes.

Durante una entrevista en noviembre de 2023, el portavoz de Yeish al-Adl, Hosein Baloch, evitó de manera conspicua condenar el ataque de Daesh de octubre de 2023 contra el santuario Shah Cheraq en Shiraz, diciendo: “No queremos responder a esta pregunta en este momento”.

Esta respuesta evasiva sugiere fuertemente una colaboración continua con Daesh, una posible complicidad en el ataque al santuario y objetivos estratégicos compartidos contra Irán.

Conexión con agencias de inteligencia sionistas

Fuentes de seguridad iraníes informan que el grupo terrorista Yeish al-Adl había estado preparando durante semanas un ataque coordinado contra el puerto de Chabahar, en el sureste de Irán.

Tras conocer los planes de ataque del régimen en junio de 2025 a través de contactos con el Mossad, los militantes intentaron explotar la distracción de las fuerzas militares iraníes durante la agresión israelí para atacar la ciudad portuaria estratégica.

Sus objetivos incluían apoderarse de puntos de control policiales y militares para crear una grave crisis de seguridad, alineándose perfectamente con el objetivo más amplio de Israel de desestabilizar la República Islámica.

Sin embargo, el servicio de inteligencia de Pakistán intervino días antes de la operación planeada, alertando a las autoridades iraníes tanto sobre el inminente ataque israelí como sobre el plan de Yeish al-Adl en Chabahar.

En una respuesta rápida, las fuerzas iraníes llevaron a cabo ataques preventivos utilizando misiles y drones contra las posiciones fronterizas del grupo entre Irán y Pakistán, frustrando con éxito el ataque planeado.

La reciente escalada en las actividades del grupo parece estar directamente vinculada a esta operación fallida.

Tras los 12 días de agresión contra Irán, el grupo llevó a cabo dos ataques: uno contra un vehículo policial en Chabahar que mató a tres oficiales, y el ataque del sábado en Zahedan, que resultó en seis muertes.

El domingo, un comandante de la fuerza Basich del Cuerpo de Guardianes de Irán fue asesinado en un ataque terrorista en la capital provincial, según informó el CGRI en un comunicado.

Las fuentes indican que las huellas de los sionistas y los estadounidenses están presentes en todos estos atroces ataques.


Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.