Por: Julia Kassem
Una serie de reuniones recientes a puertas cerradas con los provocadores del “cambio del régimen” favoritos de Washington en París demostraron una vez más la flagrante duplicidad en el enfoque del líder francés en asuntos de la política exterior.
El 13 de noviembre, Macron se reunió con un grupo de agitadores antiraníes al margen de un llamado “foro de paz” en la capital francesa, París, incluidos la agente contratada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU., Masih Alineyad; Ladan Borumand, cofundadora del National Endowment for Democracy, financiado por Abdorahman Borumand Centro, y Shima Babaei.
El trío, que estaba en Francia para participar en el evento anual, celebró una reunión no tan secreta con Macron bajo el lema de “justicia para los kurdos” y una oenegé sospechosa dirigida por el magnate empresarial y oligarca estadounidense Thomas Kaplan.
Kaplan, uno de los principales patrocinadores del grupo de presión anti-Irán “United Against Nuclear” (Unidos contra la energía nuclear, en español), junto con el notorio magnate empresarial sionista, Sheldon Adelson, toma consejo de conocidos halcones de guerra sionistas y neoconservadores como John Bolton, así como de los exdiplomáticos estadounidenses, asesores políticos de alto nivel y líderes departamentales de la Ivy League —un grupo de ocho prestigiosas universidades privadas del nordeste de EE.UU.—
La organización fue cofundada y dirigida, junto con Kaplan, por Bernard Henry Levy en 2018 con un enfoque especial en los grupos secesionistas kurdos con el pretexto de promover los “derechos humanos”.
Kaplan es un multimillonario judío que reside en Nueva York (EE.UU.) y que tiene importantes inversiones en el sector de la energía en todo el mundo y es el heredero de la colección de pinturas de Rembrandt más grande del mundo, lo que explica su interés personal en la región rica en petróleo de Kurdistán.
Se sabe que hace mal uso de su asombrosa riqueza dirigiendo varias organizaciones como campañas de doble influencia y lavado de dinero (así como evasión de impuestos) y operaciones de recopilación de inteligencia contra Irán.
Una de esas organizaciones, Panthera, dirigida bajo el pretexto de la conservación de la vida silvestre, incluso proporcionó fondos a la Persian Wildlife Heritage Foundation (Fundación del Patrimonio de la Vida Silvestre Persa), un grupo conservacionista.
Esta fundación tuvo vínculos con Panthera hasta 2017, cuando el discurso de Kaplan en la conferencia Unidos Contra Irán Nuclear dejó en claro que su organización no era más que un frente subversivo contra Irán.
Borumand y Alineyad tuvieron una reunión privada con el presidente francés al margen del “foro de paz” anual, donde se discutieron muchos temas, incluida la campaña renovada para el “cambio del régimen” en Irán a través de disturbios mortales, según los informes.
Farah Dodstar, hablando con la cadena persa Iran International, financiada por Arabia Saudí, dijo que Macron instó a sus invitados a formar una coalición. En medio de recientes disturbios respaldados por los extranjeros en Irán, Occidente no ha estado seguro de a quién apoyar, y le resulta difícil identificar aliados creíbles en la llamada “oposición iraní” con sede en Estados Unidos.
Eso se produjo en medio de una intensa ansiedad occidental por el resultado de los procesos de la formación de gobiernos en El Líbano e Irak, y la comprensión de que están perdiendo su control hegemónico en la región.
Unos días antes de Navidad, Macron no solo expuso el objetivo de larga data de su país de derrocar el sistema islámico de Irán, sino que también llevó esa agenda a El Líbano. El 23 de diciembre, instó al país árabe a “deshacerse” de su sistema político existente, a pesar de la gran cantidad de problemas que enfrenta su Gobierno en casa.
Esto se produjo poco después de una conferencia sobre Irak organizada por Jordania, otro país de la región donde Francia ha estado tratando de ejercer su influencia, enfrentando a diferentes grupos y movimientos políticos entre sí.
El nombramiento de Muhamad al-Sudani como nuevo primer ministro de Irak a fines de octubre ayudó a romper un estancamiento político de casi un año en el país árabe, pero provocó la ira del Occidente y la oposición antiraní de Irak debido a su participación en el marco del grupo de coordinación chií pro-Irán.
Después de la conferencia en Jordania, Macron dijo que planeaba una conferencia con un “formato similar” para El Líbano.
Sus comentarios fueron repetidos el 25 de diciembre por Bechara al-Rahi, quien aprovechó la oportunidad durante un sermón de Navidad en e El Líbano para respaldar las demandas francesas de un Gobierno favorable a la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y administrado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Dijo que tal conferencia ayudaría a poner a El Líbano en una posición de “neutralidad”, es decir, una posición anti-confrontación frente al régimen israelí.
Ha quedado claro que no hay escasez de compradores reaccionarios que cantan a Macron, o mejor aún, las canciones de Washington para hacer cumplir la agenda occidental en la Asia Occidental.
Texto recogido del artículo publicado en Press TV.
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Julia Kassem se graduó en Economía y Ciencias Políticas de la Universidad de Míchigan y actualmente está realizando una maestría en Política y Planificación Urbana de la Universidad Americana de Beirut. Julia también es escritora independiente y ha contribuido con Riverwise, Against the Current de Detroit, blogs como establishment y medios sindicados a nivel nacional como Counterpunch, Mintpressnews y TruthOut.