El diario local Hurriyet, citando fuentes conocedoras del caso, ha anunciado este lunes que se están llevando a cabo conversaciones en Ankara, capital turca, sobre el restablecimiento de relaciones con Siria.
El informe ha resaltado que los nexos ya existentes entre Damasco y Ankara pueden mejorar y que tales esfuerzos abrirían una nueva puerta de oportunidades para Turquía, especialmente para resolver el problema sirio y la cuestión de los miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), grupo que Ankara considera como terrorista.
El rotativo ha señalado que Ankara insiste en tres temas: mantener la estructura unificada y la integridad territorial de Siria, garantizar la seguridad de los refugiados para el retorno a su patria y detener las actividades del PKK.
De este modo, ha indicado que Turquía cree que la visita del pasado 18 de marzo del presidente sirio, Bashar al-Asad, a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) revela que el Gobierno de Damasco necesita tomar nuevas iniciativas y reunir su apoyo para poder estabilizar aún más el país.
Citando las fuentes, el diario asevera que Ankara podría modificar este proceso a su favor, si se considera como una “nueva fase” las relaciones con los EAU, y que el éxito de este esfuerzo conduciría al regreso de al menos la mitad de los refugiados sirios que residen en Turquía.
El deseo de Turquía de reanudar las relaciones con Siria llega en un momento en que ha habido un deshielo en las relaciones de los países árabes con Siria en los últimos meses, y es probable que se levante la suspensión de la membrecía de Siria en la Liga Árabe (LA).
Turquía ha estado realizando desde 2016 una incursión contra las partes norteñas de Siria, con el pretexto de luchar contra los militantes del PKK y hasta ahora ha desplegado miles de tropas en estas áreas.
Esto, mientras que Damasco ha denunciado en reiteradas ocasiones la presencia militar de Turquía en su territorio como “ocupación”. Asimismo, considera que la principal razón que impulsa la escalada de tensiones en el norte del territorio sirio y, en particular, en la provincia noroccidental de Idlib, es el apoyo de Ankara a los grupos extremistas sobre el terreno, por lo que exige la salida inmediata de las tropas turcas de su suelo.
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