François Fillon, aspirante de Los Republicanos al Elíseo, ha comparecido ante los jueces este martes "para poder hacerlo en condiciones de serenidad", dijo a los medios galos el abogado del candidato, Antonin Lévy, explicando así el adelanto de su cita en los tribunales prevista para este miércoles.
A 40 días para el 23 de abril, fecha en la que se celebrará la primera vuelta de las elecciones francesas, el candidato del partido de derecha está en el ojo del huracán desde que revista 'Le Canard Enchaîné' revelara los empleos ficticios con jugosos sueldos que otorgó a su mujer, Penélope Fillon, como su asistenta en el Parlamento, función que no ejerció, y a dos de sus hijos.
En la corte, Fillon se acogió a su derecho de no responder a las preguntas de los magistrados y, en su lugar, leyó una declaración que tenía preparada en la que subrayó que no pide "ningún favor", sino simplemente espera ser tratado "como todos los ciudadanos" del país, sin precipitación y con imparcialidad y bajo el respeto de la ley.
En su alegato, difundido por el diario francés Le Figaro, señala que el supuesto empleo ficticio de su mujer como asistenta parlamentaria suya y como colaboradora literaria de una revista de un empresario amigo suyo fue real, y que no se puede pretender lo contrario. "Varios testigos lo confirman", ha asegurado el candidato.
Cuando empezó a destaparse el caso, Fillon echó mano al argumento de que las acusaciones obedecían a una “repugnante misoginia” y que es víctima de un “asesinato político”. Entre tanto, las reacciones dentro de su partido son contradictorias: por un lado, recibe el apoyo de sus correligionarios y, por el otro, se registra una serie de dimisiones en su equipo de campaña, incluida la del propio director de campaña.
Las acusaciones contra Fillon han perjudicado su imagen y sus aspiraciones de cara a las elecciones presidenciales para las que ha pasado de favorito a quedar virtualmente fuera de la segunda vuelta.
La recta final de las elecciones francesas avanza en medio de escándalos, pues, además de Fillon, la líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, que encabeza los sondeos para la primera vuelta, es también objeto de una investigación por empleos presuntamente ficticios en el Parlamento Europeo.
Los medios indican que los franceses no parecen muy entusiasmados por los comicios, desconfían de la clase política del país y condenan a los candidatos de corruptos.
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