Se tratan del sargento Aleksander Aleksandrov y el capitán Yevgeny Yerofeyev, apresados en mayo de 2015, acusados de tomar parte en “una guerra agresiva” contra Ucrania y de cometer “actividades terroristas” en la parte oriental.
En la misma jornada del lunes, los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Petro Poroshenko, respectivamente, hablaron por teléfono sobre el caso de los militares rusos, así como la suerte de una piloto de helicóptero ucraniana, Nadyia Savchenko, detenida en Rusia por su supuesta implicación en un bombardeo realizado por el Ejército ucraniano sobre una localidad cerca de la ciudad de Lugansk (este de Ucrania) en junio de 2014, en el que murieron dos periodistas rusos.
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